Se llama ‘economía azul’, y es el futuro. Según las predicciones de las Naciones Unidas, en el año 2050 la población mundial habrá superado los 10.000 millones de personas, lo que provocará un incremento del 70 % en la producción alimentaria y exigirá la implantación de prácticas más eficientes y sostenibles para abastecer la demanda mundial.

Ahí entrarían en juego tanto la pesca como la acuicultura, pilares fundamentales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS) fijados por las Naciones Unidas en la Agenda 2030 y esenciales para la conservación de los océanos, los mares y los recursos marinos, según la Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad “Del mar a la mesa” organizada ayer por el Consejo de Productos del Mar de Noruega, junto con Innovation Norway y la Embajada de Noruega.

El futuro es la nutrición sostenible

Ante la demanda creciente de carne, son pocos los que reconocen que el ritmo actual de consumo no se puede sostener. El éxito de las dietas veganas alivia en parte esa demanda. Pero… ¿y si miramos hacia otro lugar?

Se puede hacer frente a la demanda de alimentos de la población en el 2030 si se aumenta en un 70 % la producción de alimentos y se optimiza el uso de los recursos con el mínimo impacto ambiental.

Ahí es donde entran los océanos, que cubren más de dos tercios de la superficie de la tierra, y a día de hoy solamente representan el 2 % del sustento mundial y menos del 5 % de las proteínas.

La importancia de la acuicultura

La acuicultura es la cría de peces, moluscos, crustáceos y plantas en entornos controlados en el mar o en agua dulce. Tal y como se ha afirmado en el Seminario Internacional, la acuicultura permite una utilización muy productiva de los recursos, con una producción de alimentos por hectárea muy superior a la de la agricultura o la ganadería.

La acuicultura marina, además, requiere muy poco espacio y recursos para producir una gran cantidad de alimentos. Las nuevas tecnologías y los métodos de cultivo permiten a la acuicultura convertirse en una de las industrias alimentarias más respetuosas con el medio ambiente y ser un valor a futuro.

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El origen de la acuicultura noruega

El desarrollo de la acuicultura comenzó en Noruega alrededor de 1970, siendo desde entonces una gran industria en las zonas costeras. La cría del salmón del Atlántico es la actividad más importante y representa más del 90 % de la producción total de la acuicultura noruega.

La producción pesquera mundial supera las 180 toneladas anuales, de los cuales la acuicultura representa un 47 % del total y un 53 % si se excluyen los usos no alimentarios (preparación de harina y aceite de pescado). La acuicultura, que concentra casi el 50% de los productos pesqueros mundiales, ha favorecido el crecimiento del suministro de pescado para el consumo humano y juega un papel fundamental en la lucha contra el hambre.