No es de extrañar que se redoblen esfuerzos para combatir la hipertensión y se exploren nuevas vías para su tratamiento. No en vano la hipertensión arterial está detrás de 85% de los accidentes vasculares, que comprenden desde infartos cerebrales y de miocardio hasta rotura de aneurismas aórticos o insuficiencia renal, entre otros.

En España, por ejemplo, más de 16 millones de personas sufren hipertensión y un 37% lo desconoce. Un dato alarmante si tenemos en cuenta que hablamos del principal problema crónico de salud en nuestro país en personas mayores de 15 años que han sido diagnosticadas en los últimos doce meses.

Resultados esperanzadores

Por ello, un ensayo dirigido por el Instituto George para la Salud Global (Australia) y publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association’, puede cambiar las reglas del juego en lo que al tratamiento de esta patología se refiere ya que una baja dosis de una triple píldora para tratar la presión arterial reduce los altos niveles a normales en el 70 por ciento de los casos, en comparación con algo más de la mitad en aquellos que recibieron los medicamentos habituales.

"Se estima que más de mil millones de personas en todo el mundo padecen presión arterial alta y la gran mayoría tiene presión arterial mal controlada. Nuestros resultados podrían ayudar a millones de personas a reducir su presión arterial y reducir su riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular", asegura la doctora Ruth Webster del Instituto George para la Salud Global.

La píldora triple, que tomaron la mitad de los 700 pacientes sujetos a estudio con una edad media de 56 años y una presión arterial de 154/90 mm Hg, consiste en la suma de la mitad de la dosis de tres medicamentos para la presión arterial: telmisartán (20 mg), amlodipina (2,5 mg) y clortalidona (12,5 mg). En comparación con los pacientes que reciben atención habitual, una proporción significativamente mayor de pacientes que recibieron la triple píldora alcanzaron su objetivo de presión arterial de 140/90 o menos, con objetivos más bajos de 130/80 para pacientes con diabetes o enfermedad renal crónica.