Estamos acostumbrados a utilizar wearables, es decir, dispositivos electrónicos en contacto con nuestro cuepro, que cumplen determinadas funciones entre las que se encuentra la monitorización de nuestra salud. El problema es que estos wearables que comprueban nuestro estado, a pesar de ser enormemente útiles para quienes practican deporte, se limitan a la frecuencia cardíaca y la actividad física. Algo que que puede cambiar en un futuro no muy lejano.

Un grupo de ingenieros de la universidad americana de Rutgers-New Brunswick han inventado una pulsera inteligente con conexión inalámbrica a smartphones para controlar la salud que puede contar partículas, por lo que analiza células sanguíneas, bacterias y partículas orgánicas o inorgánicas en el aire.

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"Los wearables actuales pueden medir solo un puñado de parámetros físicos, como la frecuencia cardíaca y la actividad física. La capacidad de un dispositivo portátil para controlar los recuentos de diferentes células en nuestro torrente sanguíneo llevaría el control de la salud personal al próximo nivel", comenta Abbas Furniturewalla, uno de los responsables de la investigación.

Todos los detalles de la investigación se enumeran en la revista 'Microsystems & Nanoengineering', pero nos encontramos ante una tecnología que podría incorporarse a relojes, pulseras y otros dispositivos y ser de gran utilidad no solo para los propios usuarios sino también para los profesionales de la salud que les asistan: pueden obtener resultados rápidos de análisis de sangre de manera sencilla, sin alargar el proceso y sin el uso de otros recursos.

La monitorización de células sanguíneas puede emplearse para diagnosticar diversos tipos de enfermedades por lo que nos encontramos ante un avance que puede suponer el próximo nivel en el control de la salud personal, en el que la prevención y una rápida actuación pueden ser determinantes en muchos casos.