Si tienes la extraña oportunidad de coincidir en más de una ocasión con Brad Pitt y hablas con él, lo más probable es que a partir del primer encuentro no te recuerde. Dalo por hecho. Y es que el actor norteamericano e icono del cine sufre una enfermedad rara que le hace imposible reconocer los rostros de quienes le rodean. Se llama prosopagnosia y como él mismo reconoció en una entrevista concedida a Esquire, le ha supuesto no pocos problemas.

“Hay muchas personas que me odian porque creen que les estoy faltando al respeto. Hubo un año en el que simplemente dije, este año voy a afrontarlo y preguntarle a la gente, ¿dónde nos conocimos? pero todo empeoró. Las personas todavía se ofendían más e interpretaban mi problema como un gesto de vanidad o egolatría. Pero es un misterio para mí, simplemente no puedo recordar un rostro”, se lamentaba Brad Pitt, de 54 años, cuyo problema podría tener su génesis en una época oscura en la que se excedió con las drogas como el mismo reconoció, aunque es una teoría un tanto reduccionista.

La enfermedad

Según el médico Joachim Bodamer, quien acuñó el término 1947, la prosopagnosia es la interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son propios de determinada persona.

Así pues, la prosopagnosia o agnosia facial, conocida también como la ceguera de las caras, es un trastorno neurológico caracterizado por la incapacidad de reconocer rostros. Dependiendo del grado de deterioro que sufran los enfermos, se puede tener dificultades para reconocer su propio rostro, una cara familiar, las caras de desconocidos e incluso no poder distinguir una cara de un objeto.

La prosopagnosia se debe a la aparición de daños o deterioro en una determinada zona del cerebro que se encarga de coordinar los sistemas neurales que controlan la percepción facial y la memoria. Las causas pueden estar relacionadas con una traumatismo, un accidente cerebrovascular, o con algunas enfermedades neurodegenerativas. La ceguera de las caras puede ser congénita y puede estar presente en niños con autismo o el síndrome de Asperger.

"No salgo de casa"

En la actualidad no existe una cura para la enfermedad por lo que quienes la sufren deben recurrir a determinadas técnicas de reconocimiento para intentar paliar el problema. Algunas personas han llegado a recuperarse de forma espontánea, pero no existe un patrón claro. Esta enfermedad puede suponer un verdadero problema, como le sucede a Brad Pitt, para fomentar las relaciones sociales y puede provocar un aislamiento del individuo. “Es el motivo por el que no salgo de casa”, aseguraba el actor con cierta dosis de resignación.