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Crossdressers: hombres heteros que, a veces, se visten de mujer

El fenómeno del Crossdressing no tiene nada que ver con preferencias sexuales. Son simplemente hombres a los que les gusta vestirse de mujer.
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Crossdressers: hombres heterosexuales que, a veces, se visten de mujer
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Hay una práctica que últimamente cada vez está menos escondida en la sociedad: se trata del fenómeno del crossdressing, que cuenta entre sus filas con hombres crossdressers, cuya orientación sexual está muy clara (son heterosexuales, mayoritariamente) pero les gusta vestirse de mujer de vez en cuando. ¿Qué maldad puede tener eso? Un fenómeno extraño quizá sí, pero lo tratan con total naturalidad, al menos en la actualidad.

No, no tiene nada que ver con ser transexual o travesti. Simplemente se trata de hombres normales, que te podrías cruzar por la calle y con un trabajo estándar, desde arquitectos hasta abogados, cuyo entretenimiento es, de vez en cuando, vestirse con la ropa de su mujer o comprarla ellos mismos si están solteros. También es un fenómeno que puede ocurrir en las mujeres, pero es más típico de los hombres.

Cuando decimos que no tiene nada que ver con ser travesti es porque los crossdressers no van siempre vestidos de mujer, ninguno es transgénero ni tienen intención de serlo. Se visten de vez en cuando con faldas, tacones, maquillaje…pero no lo hacen todos los días de la semana ni viven permanentemente vestidos como lo haría el sexo opuesto.

De hecho, no es algo completamente nuevo, aunque esté de moda: se ha practicado a lo largo de gran parte de la historia registrada y en muchas sociedades. Hay muchos ejemplos en la mitología griega, nórdica e hindú. Se sabe que un número razonable de figuras históricas se han vestido en diferentes grados y por una variedad de razones. Hay una rica historia de crossdressers que se encuentra en el folclore, la literatura, el teatro y la música. Los ejemplos incluyen Kabuki y chamanismo coreano.

Por lo general, este tipo de práctica de cambiar el vestuario (como hemos mencionado antes, también se puede dar en mujeres) se suele hacer en la intimidad, aunque no son extraños los casos de hombres saliendo de fiesta vestidos de mujeres por puro ocio. La mera curiosidad por lo femenino, en algunos casos, se despierta en los hombres desde que son muy jóvenes, pero la culpa y la sensación de que son “bichos raros” les ha mantenido al ma rgen hasta ahora.