A mediados de la década de 1950, el LSD y otras drogas psicodélicas tomaron el mundo de la medicina por sorpresa, y no es de extrañar. Los estudios de la época sugerían que los alucinógenos eran eficaces contra una variedad de problemas de salud mental difíciles de tratar, incluido el alcoholismo.

La investigación se estancó a principios de la década de 1970, sin embargo, en gran parte porque los psicodélicos habían desarrollado una reputación como peligrosas drogas recreativas y habían sido reclasificados por el gobierno de Estados Unidos como "drogas de abuso" sin ningún valor médico.

Pero la investigación está siendo examinada de nuevo, con nuevos ensayos no solo de LSD sino también de psilocibina (el compuesto activo en algunas setas alucinógenas), MDMA (nombre de calle del "éxtasis") y la ayahuasca (que contiene un alucinógeno conocido como DMT) .Si los medicamentos demuestran ser tan seguros y efectivos como sugiere una investigación reciente, podríamos estar al borde de lo que algunos llaman una revolución en el cuidado de la salud mental.

Funcionan al unirse a los mismos receptores en el cerebro que la serotonina, un neurotransmisor asociado con sentimientos de bienestar. El MDMA, por otro lado, causa la liberación de otro neurotransmisor en el cerebro.

¿Qué dice la investigación?

¿Qué muestran los estudios? En 2010, Grob y sus colegas publicaron un pequeño estudio piloto que muestra que la psilocibina reduce la ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer en etapa avanzada, ayudándoles a lidiar mejor con el miedo a la muerte.

Estudios recientes realizados por otros grupos de investigación han mostrado resultados igualmente prometedores. En 2016, por ejemplo, un estudio de Johns Hopkins y un estudio de la Universidad de Nueva York descubrieron que alrededor del 80 por ciento de los pacientes con cáncer mostraban disminuciones clínicamente significativas del estado de ánimo deprimido y la ansiedad incluso seis meses después de recibir uno o dos tratamientos con psilocibina.

La psilocibina también parece ser un tratamiento efectivo para la adicción. Haciéndose eco de las investigaciones anteriores con LSD, los científicos mostraron recientemente una disminución de los antojos y el aumento de la abstinencia de alcohol después del tratamiento con psilocibina en un estudio de prueba, y los beneficios seguían en evidencia nueve meses después.

La psilocibina parece especialmente prometedora como herramienta para dejar de fumar. En un estudio preliminar de fumadores realizado en 2014, el 80 por ciento de los participantes permanecieron sin nicotina seis meses después de recibir tres sesiones de psilocibina. Y el 60 por ciento de los participantes permanecieron sin nicotina un promedio de 30 meses después del tratamiento.

¿Qué hace que la terapia psicodélica sea tan poderosa? Los expertos dicen que puede ser porque las drogas funcionan a un nivel profundo tanto emocional como biológico, y los pacientes experimentan un sentido transformador de positividad, benevolencia y unidad durante los "viajes" que muchos describen como místicos.