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¿Qué está pasando con el azúcar en todo el mundo?

En Estados Unidos se ha encontrado azúcar hasta en el tabaco para mejorar el sabor, no aumenta la toxicidad pero sí puede tener otros riesgos para la salud.

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¿Qué está pasando con el azúcar en todo el mundo?

Según la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), los estadounidenses consumen tres veces más azúcar de lo que deberían. Ya hemos visto en muchas ocasiones cómo la obesidad infantil es un problema que de mayores acarrea otros: diabetes, cáncer, alzheimer, ataques al corazón… hay autores que ya relacionan todas estas enfermedades con un consumo excesivo del azúcar.

El última en dar la voz de alarma es el periodista Gary Taubes, relaciona el consumo de azúcar con enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Su libro, 'El caso contra el azúca'r es el más reciente. Según el autor,

-entre los estadounidenses, la diabetes es más frecuente hoy que nunca; la obesidad está en proporciones epidémicas

-casi el 10% de los niños tienen enfermedad hepática grasa no alcohólica

Y el azúcar está en el foco de todo. Incluso en el tabaco, como cuenta Bloomberg. Para que el tabaco tuviera mejor sabor también se añadía azúcar. Aunque según este estudio no aumenta su toxicidad.

Para el diario The Guardian, el azúcar podría ser la droga más peligrosa. De hecho, ponen de ejemplo a los niños, cuando se les da azúcar (dulces, gominolas, chucherías), están extrañamente activos, como dopados, les cuesta dormir, están nerviosos… ¿Podríamos llegar a pensar que su primera droga? La revista New York se pregunta en este artículo si estar gordo te está matando o es el azúcar.

Podemos destacar otro estudio, donde un grupo de investigadores británicos encontró la relación entre el consumo de azúcar y trastornos de ansiedad y depresión. Los hombres que consumen mucho azúcar en bebidas, pasteles y bollería tienen mayor riesgo de depresión. Los investigadores observaron también datos del consumo de azúcar y problemas relacionados con la salud mental.

Los hombres con la ingesta más alta (más de 67 gramos al día) tenían un 23 % más de posibilidades de sufrir un trastorno mental común tras cinco años, que los que consumieron niveles mucho más bajos de azúcar (menos de 39,5 gramos al día).

En cambio, en relación con las mujeres, no hubo evidencia de relación entre el azúcar y la salud mental o la depresión.