La salvia (de la familia de la menta) está considerada como una de las plantas aromáticas más importantes del mundo. Se puede utilizar tanto fresca como seca en la cocina, y se utiliza especialmente en la cocina mediterránea. También se utiliza habitualmente para dar sabor y aroma a los aceites y vinagres.

La parte que se utiliza de la salvia son las hojas desecadas. Según la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y ESCOP está indicada en el tratamiento sintomático de inflamaciones de la cavidad bucal y la garganta, tales como estomatitis, gingivitis y faringitis.

Además, se contempla el empleo de los preparados de hoja de salvia en el tratamiento de trastornos digestivos leves como acidez o distensión abdominal y en el caso de pequeñas inflamaciones cutáneas. También se han demostrado efectos de la hoja de salvia en la mejora de la función cognitiva y del estado de ánimo.

El consumo de salvia tiene un efecto estimulante en el sistema nervioso central, por lo que es muy recomendable su uso en casos de agotamiento mental, cansancio, apatía, etc. Los finales de curso y los inicios de nuevos retos es un momento perfecto.

La salvia además reduce los niveles de sudoración, y disminuye el mal olor del sudor, por lo que es ideal en verano, en el gimnasio y para muchos deportistas.

La salvia está considera como un buen hipoglucemiante, su uso favorece la disminución de la cantidad de azúcar en la sangre. Esto hace que se recomiende para tratamientos contra la diabetes.

La infusión de salvia también se puede usar para depurar el organismo, porque desecha las toxinas que dañan el cuerpo. Estimula la vesícula biliar, ayuda a combatir el estreñimiento, favorece el tránsito intestinal, elimina las flatulencias, sirve para expulsar los gases acumulados (una de las razones por las que tenemos la tripa hinchada) y además facilita la eliminación de los líquidos que se retienen en el cuerpo (sobre todo en los tobillos, piernas y pies).

Es una planta con beneficios maravillosos para el organismo.

Propiedades de la salvia

bactericidas

cicatrizantes

antisépticas

emenagogas

antiespasmódicas

antidiarreicas

antivomitivas

carminativas

antiinflamatorias

hipoglucemiantes

relajantes

diuréticas

antisépticas

antisudoríficas

vulnerarias