Si eres de los que ya está contando las horas para cerrar la maleta, si has mirado la fecha de salida de tu vuelo diez veces esta mañana, y en tu mochila ya están todos los mapas de Europa juntos, es tu momento. Las vacaciones ya están aquí y te vamos a dar los 10 mejores trucos para sentirte mejor. No hace falta acudir a cada gimnasio que veas, pero con una pequeña ayuda tu cuerpo se sentirá mejor, y tú también. Además, ya te explicamos el otro día cómo evitar que el verano sea un foco de estrés, ¿tomaste nota?

La entrenadora personal Marta Rosado lo tiene claro, algo tan sencillo como pararnos a pensar y tomar cada día un poquito de tiempo para nosotros, nos ayudará a sentirnos mejor.

Estírate: ese momento de verano donde remoloneas, te estiras, pasas unos minutos en silencio en la cama… aprovéchalo y estira tu cuerpo. Un gesto sencillo que te activiará.

Respira: como propósito de verano, relajarnos y aprender a sacar el máximo partido a nuestro cuerpo. Dice Rosado que tumbados en la cama y en una posición cómoda podemos hacer 10 respiraciones, “te aseguro que cada vez que lo coges tienes más capacidad y te sorprenderás cada día”.

Piensa en positivo: los pensamientos positivos atraen acciones positivas. Analizar cada día lo que te ha hecho feliz, reir, te hará tener una mejor actitud. Seguro que cada día encuentras un par de cosas para recordar de manera alegre.

Bosteza: los pequeños pasos para meditar y relajarnos conllevan acciones diferentes. Bostezar puede ayudarnos a calmar nuestro cuerpo, activar nuestra circulación, centrar la mente… realiza varios bostezos de pie, abriendo la boca todo lo que puedas. Puedes acompañar este ejercicio estirando el cuerpo y tocando las puntas de los pies con las manos.

Actívate: un poco de ejercicio nunca viene mal. ¿Tienes menos de 10 minutos para moverte un poco más fuerte? Venga, una rutina sencilla: 10 burpees, 10 flexiones, 10 burpees, 20 sentadillas, 10 burpees, 15 zancadas alterando la pierna, 10 burpess, un minuto de Isometría abdominal, 10 saltos con rodillas al pecho… piénsalo, no es mucho, y podremos seguir manteniendo el estado de forma física que hemos ganado a lo largo del curso.

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Mímate: un masaje, un baño, una suculenta comida… pensar en lo que te apetece, y te hace feliz ayuda mucho a valorar los momentos.

Agua: recuerda lo feliz que eras de pequeño en la piscina, en el mar, en un río. Disfruta de nadar, de jugar, de saltar… activa tu cuerpo de la manera más sencilla, en el agua, aprovechando todas las bondades de la hidroterapia.

Juega: el juego libera endorfinas, relaja, calma la mente, activa el cuerpo… juega con tus hijos, sobrinos, hermanos… momentos impagables de felicidad y relajación.

Escucha y escúchate. En el estudio que vimos el otro día sobre lo que hacemos en el coche, hablar con nosotros mismos era una constante. Aprovecha los momentos de verano para escucharte, hablarte, pensar en el futuro, pensar en cambiar, en mejorar… mirando el mar puede ser un buen momento. Mientras viajas. Estarás aprendiendo a meditar y relajar tu mente casi sin darte cuenta.

Muévete: acabar el día con una buena caminata, o un poquito de running, nunca viene mal. Tendrás las mejores puestas de sol para tus redes sociales, además de haber mantenido tu cuerpo en forma cada día del verano. Descubrirás otros lugares de las vacaciones y rincones a lo mejor que te sorprenderán.