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Éstas son las razones por las que nos cuesta adaptarnos a la primavera

Incluso días después de que llegue el cambio estacional de invierno a primavera, el organismo continúa en una especie de jet lag.

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Éstas son las razones por las que nos cuesta adaptarnos a la primavera
ARMANDO BABANI EFE

Pasar del invierno a la primavera con el consiguiente cambio horario y de horas de luz en el día nos afecta a todos, en mayor o menor medida. Aunque sea paradójico que salga el sol y quieras hacer más planes y salir a la calle, no deberías sorprenderte si te encuentras más irritable, cansado o te cuesta más dormir. La plataforma sobre salud y bienestar de la OCU, Saludabit, indica que estos padecimientos son completamente normales porque el cerebro necesita reajustarse, y los más propensos a sufrir la llegada de la primavera son los niños y las personas mayores.

El reajuste

Las horas de luz alteran los ciclos circadianos y por lo tanto, el descanso efectivo resultante. Por ello, durante los primeros días de la primavera, nuestro cuerpo sufre con el cambio de hora algo semejante al jet lag que padecemos durante un largo viaje en avión. Después de unas semanas, el nuevo plan de sueño se normaliza.

La importancia del sueño

Según los expertos de Saludabit, “las horas que se dedican al descanso dependen más de los hábitos de vida y de cómo cada uno estructura su tiempo, así que es muy importante conservar estos hábitos y más aún si cabe, cuando se realiza el cambio de estación y de hora para que el impacto sea menor”.

Por lo tanto, hemos de ser precavidos con el cambio de hora y mantener nuestras rutinas de sueño, ya que éste afecta enormemente a la calidad de vida de las personas. Numerosas evidencias relacionan el descanso insuficiente continuado con aumento de peso corporal, diabetes o hipertensión.

¿Por qué cambiamos de hora?

La hora solar no tiene por qué coincidir con la hora oficial, incluso en España poseemos diferentes horas solares, pero los países las unificaron por razones políticas. En este sentido, nuestro país se adaptó a la regulación de la Directiva Europea 2000/84, que entre otras cuestiones, unifica los días en los que se producen los cambios de hora (últimos domingos de marzo y octubre).

Y la temida alergia…

Otro de los condicionantes de que llegue la primavera es la alergia, que se manifiesta a través de picor, enrojecimiento de la piel, lagrimeo, tos…y la rinitis, que es la enfermedad alérgica más común y afecta al 21 por ciento de la población. Según la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica), la rinitis alérgica no es grave ni supone una amenaza para la vida, pero tiene una gran relevancia en el plano socioeconómico ya que supone un coste medio total de 1.708 euros por paciente al año.