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Voluntariado y espíritu palmero: el motor que hace invencible la Bestial Race La Palma

El circuito de carreras de obstáculos (OCR) de referencia en Canarias se cimienta en tres pilares: instituciones, patrocinadores y voluntariado.

Participantes con medallas de la Bestial Race Arucas 2024.
Bestial Race Series
Marc Fontrodona
Nació en Barcelona en 1989. Se licenció en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona. Es el responsable editorial de AS Acción, el vertical de action sports del diario AS creado en 2016. Especialista y practicante de muchas de estas disciplinas, lleva contando historias de action sports desde hace más de una década.
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Hay algo que ningún obstáculo, por muy bestial que sea, puede detener: la entrega, la solidaridad y la pasión de la gente de La Palma. Este 21 de junio, mientras 600 atletas se desafían a sí mismos en la Bestial Race, decenas de voluntarios y cientos de palmeros demostrarán que la verdadera fuerza de esta prueba está en su gente.

Detrás de cada cuerda, muro, rampa o charco de barro, hay manos palmeras que han trabajado durante semanas para construir, vigilar y garantizar que la experiencia sea segura, divertida y memorable para todos.

El voluntariado local, formado por vecinos, asociaciones deportivas, clubes juveniles y estudiantes, es el gran héroe silencioso de la Bestial Race. Gracias a su compromiso, cada participante recibe orientación, ayuda y ánimos; cada tramo del recorrido está bien señalizado y cada detalle se cuida con mimo.

Además, la implicación de la comunidad palmera va mucho más allá del circuito: comercios, bares, alojamientos y familias enteras se han volcado para acoger a los corredores y visitantes, demostrando que la hospitalidad palmera es un valor añadido imposible de replicar.

Para la organización, este evento no solo es una competición deportiva, sino una celebración del espíritu comunitario que caracteriza a La Palma, una isla que siempre ha sabido levantarse ante cualquier desafío. La Bestial Race se convierte así en una excusa perfecta para unir a personas de todas las edades en torno a valores como el trabajo en equipo, la solidaridad y la superación personal.

“Ver a tanta gente implicada, sonriendo y animando en cada obstáculo es lo que hace que la Bestial Race sea tan especial. La Palma ha demostrado una vez más que su gente es su mayor tesoro”, destacan desde la organización.

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Gracias a este motor humano, La Palma demuestra que cuando una comunidad camina junta, ningún muro es demasiado alto ni ningún barranco demasiado profundo. Juntos, somos Bestiales.

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