La Guardia Civil ha detenido este miércoles al monitor de una empresa externa que acompañaba a un grupo de alumnos de una escuela de Zaragoza en un viaje a Candanchú. En concreto, un viaje de esquí dentro de lo que se conoce como semana blanca, unas excursiones a la nieve que se realizan durante la época de invierno y que son habituales en varias zonas con montañas cerca, entre ellas en la comunidad autónoma de Aragón.

Al monitor se le acusa de abusos sexuales a una decena de menores, unos delitos tipificados como agresión sexual de menos de 16 años dentro de la conocida como "ley del solo sí es sí". Unos delitos presuntamente cometidos en el último día de un viaje durante el cual se hospedaron en el albergue Villanúa, a muy pocos kilómetros de Jaca, Astún y Candanchú.

Según explica El Periódigo de Aragón, fueron los padres del grupo de menores los que interpusieron la denuncia contra el monitor ante la Guardia Civil. Lo hicieron al ser conocedores de los tocamientos realizados -presuntamente- por el arrestado. Y según dicen, también, el papel de los profesores habituales de las alumnas fue fundamental para que rompieran el silencio ante estos supuestos hechos.

Una vez fueron denunciados se activó el protocolo de víctimas de la violencia sexual, en el que el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) del gobierno autonómico ofrece asistencia psicológica y jurídica. Tanto es así que acompañaron a las denunciantes en el proceso de contar lo sucedido ante los agentes encargados de la investigación, dirigida por la magistrada del juzgado de instrucción de Jaca.

El propio medio local explica que este caso recuerda a otro que hubo en La Ribagorza en 2014, cuando un monitor de aventuras abusó de una menor. Se celebró un juicio a puerta cerrada y dos años más tarde la sentencia condenó al acusado a 9 años de prisión como responsable de los abusos sexuales.