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FREESKI

Salchichas, tormenta y un 1580 de 1600: la selectividad de Eileen Gu

La reina de los Juegos Olímpicos de invierno, con dos oros y una plata, explica la curiosa historia de su examen de acceso a la universidad (SAT).

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La esquiadora Eileen Gu, con gorra Red Bull, pelo castaño y camisa azul a cuadros, explicando su historia con el examen de acceso a la universidad.
Red Bull

La gran sensación de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, Eileen Gu, puede ser la número 1 en todo aquell que se propone. Este verano, por ejemplo, se inscribió a última hora a una media maratón -sin entrenar y únicamente por probar- y quedó segunda de su categoría. Antes, en invierno, había ganado dos oros y una plata en freeski Big Air, Halfpipe y Slopestyle, respectivamente.

Pero no solo es líder a nivel deportivo, sino también en los estudios. De hecho, se graduó un año antes de lo que le tocaba en el instituto. Y -spoiler, aunque lo dice justamente al inicio del vídeo- sacó un 1580 (de 1600) en el SAT, el examen americano de acceso a la universidad o, lo que sería lo mismo, la selectividad estadounidense. Lo que ocurre es que la historia de ese día fue, cuanto menos, curiosa. Por no decir una odisea.

El caso es que Eileen Gu estaba en Europa para los entrenos de otoño. Consiguió agendar un examen SAT en Ginebra, que dura 4 horas y tiene una pausa para comer. Como llegó ya de noche, no pudo comprar nada para ese descanso. Así, al día siguiente bajó al buffet libre del hotel, donde afirma que tenían "unas salchichas de ternera deliciosas". Pensó que sería una buena idea envolver un par en una servilleta y metérselas en el bolso.

Hasta aquí todo bien. Pero entonces empezó la odisea: el taxi en el que iban, en lugar de ir reduciendo el tiempo hasta el destino, lo iba aumentando por el tráfico. Diluviaba. A falta de 10 minutos para las 8h tomó la decisión de ir corriendo. Sin protección alguna y bajo la lluvia. Intentando no sacudir mucho el bolso para que el aceite no lo empapara todo. “La gente de lso coches me miraba raro”, afirma. Cuando por fin encontró la aula, en un campus gigante, la puerta estaba cerrada. Llamó, insistió y consiguió que la dejaran pasar (chorreando). Hizo la primera parte del examen y llegó el descanso. “Estaba loca por mis salchichas, pero todo el mundo comía galletas o barritas de cereales, así que me daba vergüenza y opté por ir a comérmelas al baño”. Terminó el examen. Y en todo este contexto, sacó un 1580/1600 que afirma que celebró por todo lo alto. No es para menos.