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Buceo

Una ballena salva a una buceadora de un tiburón tigre

Publican la historia -con imágenes- al detalle de cómo una ballena jorobada salvó a una científica del ataque de un tiburón. Y el increíble reencuentro.

Actualizado a
Una ballena se pone panza arriba con una buceadora.
YouTube

Hay historias personales en el mundo del buceo que son increíbles. Con decir que la relación entre un pulpo y un buceador ganó un Oscar este año valdría. Pero es que hay más. Como la de la científica Nan Hauser y su encuentro con una ballena jorobada en Rarotonga, una pequeña isla volcánica del Pacífico Sur que forma parte del archipiélago de las islas Cook.

Según cuenta la buceadora y científica en su relato a la BBC, se encontraba de viaje por estas aguas para roder un documental y el director le pidió que se tirara al agua para grabar algunas imágenes. Entonces, asegura, "ocurrió algo que no me había pasado nunca en 30 años nadando con ballenas". Se refiere a media hora o más de interacción con uno de estos imponentes mamíferos que empezó con la ballena jorobada dirigiéndose hacia ella y aflojando velocidad al llegar. Le acarició la cabeza y aquí empezó una bonita relación de amistad entre ambas.

El problema es que en un momento dado, Hauser afirma que vio como otra ballena se le acercaba. Solo que cuando estaba más cerca, vio claramente que no se trataba de otra ballena sino de el tiburón tigre más grande que había visto jamás. Entonces, su 'amiga' la empujó hasta la superficie y la llevó hasta el barco, salvándola del ataque. "Nunca imaginé que pudiera ocurrir algo así", relata. Y se la puede ver en las imágenes diciéndole "te quiero".

La historia podría haber acabado aquí. Pero no. Un año y 15 días más tarde, la científica volvió por la zona con otra expedición. Cuando le dijeron que había una ballena cerca del puerto quiso acercarse a verla. Su sorpresa fue que rápidamente detectó las mismas formas en su aleta posterior y los arañazos que caracterizaban al ejemplar que la había salvado de un tiburón tigre. La ballena salió a la superficie, ella gritó "ha vuelto" y empezó a llorar. Nuevamente estuvieron jugando y acariciándose, poniendo el broche de oro a una historia que se ha hecho viral en YouTube.