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Esquí

1.700 personas descienden en bikini o bañador por la nieve en Siberia

El ya tradicional y famoso descenso en bikinis y bañadores de la estación de esquí de Sheregesh no pudo batir el récord del mundo por la Covid-19.

Actualizado a
1.700 personas bajan en bikini y bañador por las pistas de la estación de esquí de Sheregesh (Siberia, Rusia) en una nueva edición de la Bikini Ski Party, en abril del 2021.
Grelka Fest

Sheregesh es una estación de esquí ubicada en la región rusa de Kemerovo. O en otras palabras, un resort en una zona remota del mundo a la que llegar resulta muy caro y complicado. Pero tiene dos cosas buenas: una calidad de nieve increíble y la Bikini Ski Party que se celebra anualmente al final de la temporada, cuando las gélidas temperaturas de Siberia empiezan a dar tregua.

Así, por una u otra razón, hasta 1 millón de turistas (principalmente rusos) visitan esta estación de esquí de Siberia, recibiendo también a gente de Lituania, Alemania o España, entre otros países. Una tendencia que se ha visto truncada por la pandemia mundial de coronavirus. Únicamente los rusos han disfrutado de las pistas de esquí de Sheregesh este año y únicamente los rusos han participado de la Bikini Ski Party, una fiesta que sirve para poner punto y final a la temporada en esta estación de esquí de Rusia dentro del festival Grelka Fest, que también incluye conciertos, actos más propios de Carnaval y otras actividades.

En este contexto, el descenso anual en bikini y bañador lo han realizado esta vez 1.700 personas, lejos del récord del mundo (y Guinness World Record) que tiene esta misma estación por encima de los 2.000 participantes. En concreto se contabilizaron 1.772 personas, unas cuantas más que en 2019 (en 2020, el evento se canceló por la Covid-19). El mayor de ellos con 77 años y el menor, con 4. Todos ellos bajaron en bikini o bañador, o bien disfrazados, a una temperatura de 3ºC.

Tal y como se puede ver en el vídeo, los que estuvieron se lo pasaron bien y pudieron disfrutar de una divertida jornada de esquí y snowboard semidesnudos, a diferencia del tradicional descenso de Rosa Khutor hace un par de semanas, que se vio truncado por la niebla.