El juez Mark Lucraft, encargado de la investigación forense del atentado yihadista del 3 de junio de 2017 en el Puente de Londres, escuchó esta semana el testimonio de un testigo quien relató cómo el madrileño Ignacio Echeverría murió cuando trataba de ayudar a las personas que estaban siendo atacadas.

El fallecimiento de Echeverría ha sido el último en ser analizado en el marco de unas pesquisas que se iniciaron el pasado día 7 y que ya han ahondado en las muertes de las otras siete víctimas: Xavier Thomas, Chrissy Archibald, Sara Zelenak, James McMullan, Sébastien Bélanger, Alexandre Pigeard y Kirsty Boden.

Testimonio y amigo

Guillermo Sanchez-Montisi, amigo de Echeverría y testigo del atentado, manifestó que el joven, de 39 años, corrió hacía los atacantes -Rachid Redouane, Youssef Zagbha y Khuram Butt- cuando vio que estos estaban apuñalando a una mujer.

"Por como atacaban a la gente estaba claro que su intención era matar a todo el mundo", sostuvo Sanchez-Montisi, que rememoró como su amigo "reaccionó inmediatamente, como si ni siquiera lo pensara".

"Agarró su monopatín y fue donde estaba el grupo. Uno de los atacantes estaba cubriendo su cabeza mientras Ignacio le daba con el monopatín. Podía escuchar el ruido de los golpes del monopatín hasta que, de pronto, Ignacio estaba en el suelo", declaró el testigo.

CCTV

El juez también examinó vídeos de sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV) en las que se veía como Echeverría se bajaba de la bicicleta en la que estaba montado, para sumarse a los policías Wayne Marques y Charles Guenigault, que trataban de ayudar a dos ciudadanos que estaban siendo apuñalados.

El vídeo muestra después a dos de los terroristas, Rachid Redouane y Youssef Zagbha, atacando al español, que en octubre del año pasado recibió de la reina Isabel II de Inglaterra la Medalla de Jorge a título póstumo por la "gran valentía" que demostró durante el atentado.

Confianza en el sistema judicial inglés

En declaraciones a la BBC, Joaquín Echeverría, padre de Ignacio, manifestó que tanto él como su madre no acudirían a la audiencia "para demostrar su completa confianza en el sistema judicial inglés".

Ignacio Echeverría fue apodado tras lo sucedido como el "héroe del monopatín" y, desde entonces, ha recibido numerosos homenajes y condecoraciones en España.