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CICLISMO | PILGRIM RACE

La caravana de la Pilgrim Race llega a Santiago

La mítica ruta de mountain bike que conecta Madrid con Santiago, llega a la ciudad gallega con más de 100 ciclistas.

Actualizado a
La caravana de la Pilgrim Race llega a Santiago
Pilgrim Race

La caravana ciclista de la Pilgrim Race, la carrera de bicicleta de montaña que une Madrid con Santiago de Compostela, llegó este sábado a la ciudad gallega con más de cien corredores después de concluir un recorrido de siete etapas, en una edición muy especial tras dos años sin poder celebrarse.

La Plaza del Obradoiro fue testigo de la llegada de los participantes, que, tras completar los 670 kilómetros que separan Madrid de la ciudad gallega, se convirtieron en verdaderos peregrinos sobre la bicicleta.

La Pilgrim Race by TressisALAPAR tuvo dos partes bien diferenciadas. La primera cronometrada en los cuatro primeros días, pensada para que el participante se exprimiese al máximo, y una segunda que comenzó en Astorga y que pretende que el corredor se convierta en peregrino para disfrutar de la ruta hacía Santiago sobre la bicicleta de montaña.

En la parte competitiva los ganadores fueron Eduardo Talavera, en categoría masculina, y María Saleta Castro, en la femenina, pero además de luchar contra el crono, la cuarta edición de la Pilgrim ha servido para dar visibilidad a diferentes causas.

Un ejemplo fueron los participantes del equipo de TressisALAPAR, compuesto, entre otros miembros, por personas con capacidades diferentes que llegaron dispuestos a demostrar que con ganas y esfuerzo todo es posible; ‘El Motor de tus Pasos’, que lucha para dotar de más recursos a la investigación de la enfermedad Charcot Marie Tooth y en el que compitió el actor Sergio Pazos, o ‘Divertia On Bike’, cuyo objetivo es dar visibilidad al Síndrome de West, una enfermedad neurológica rara.

La Pilgrim Race by TressisALAPAR hizo parada, durante sus siete etapas, en Cercedilla, Olmedo, Medina de Rioseco, Astorga, Villamartín de Valdeorras, Chantada y, finalmente Santiago de Compostela. Las noches se hicieron en campamentos y para dormir en las tiendas técnicas los participantes dispusieron de su propio saco de dormir, almohada y colchoneta o esterilla.