Ewan: “Manejé la opción de colgar la bici”
El flamante esprinter, ganador de la segunda etapa de la Itzulia, confiesa que en Navidades estaba hundido.


Ewan, el ‘Cohete de bolsillo’, solventó con triunfo el esprint de la segunda jornada de la Itzulia, “la única posibilidad” que tenía, según dijo el ciclista ‘aussie’, en la presente edición ante la llegada de las etapas de montaña. “Esta es la única etapa de esta Vuelta al País Vasco que podía ganar, así que salí con mucha presión. El equipo hizo una gran carrera, primero controlando la etapa a la perfección, y al final me guiaron perfectamente en las partes técnicas. Si hubiera habido viento, podría haber sido una etapa muy dura. Pero por suerte no fue así”, agradeció el ciclista nacido en Sydney hace 30 años, de origen coreano.
Celebró con emoción su triunfo, una victoria que, según sus palabras, representa mucho más que una simple etapa ganada. “Es una de las victorias más importantes de mi carrera profesional”, aseguró tras cruzar la línea de meta. Si bien reconoció que ha logrado éxitos en carreras de más prestigio, no ocultó el valor emocional de este logro. “Está claro que he conseguido triunfos en carreras de más nivel, aunque esta es UCI WorldTour. Pero es que este invierno ha sido muy complicado”, explicó.
El corredor compartió lo difícil que fue para él el parón invernal. “En Navidades no sabía si iba a seguir como corredor profesional. Mi equipo antiguo, Jayco Alula, no acababa de decirme si contaban conmigo o no y en Navidades me comunicaron que no tenía sitio”, confesó. La incertidumbre lo llevó a plantearse la retirada. “Hablé con la familia y una de las opciones que manejamos fue colgar la bicicleta, dejarlo”, añadió.
A pesar de todo, no se rindió. “Me seguí manteniendo en forma, seguí entrenando por lo que pudiera aparecer”, agregó, aunque también dejó claro que no tenía intención de ofrecerse a cualquier formación. “Tampoco iba a ir a ofrecerme a los equipos porque son ya muchos años y ya tenía un prestigio. Me tenía que interesar el proyecto”. Fue entonces cuando recibió la llamada que lo cambió todo: “Me llamó uno de los mejores del mundo, el Ineos”.
Desde su incorporación al equipo británico, ya ha cosechado dos victorias en esta temporada. Pero la conseguida en Euskadi tiene un significado especial. “Estoy muy contento, pero esta es muy especial porque es UCI WorldTour, vuelvo a estar a un gran nivel y me encuentro muy muy satisfecho”, destacó. Sobre la etapa, reconoció que no fue sencilla: “La escapada buena nos ha hecho sufrir mucho, el último puerto se ha subido a un gran ritmo, pero el equipo ha trabajado de maravilla para que yo consiga ganar”.
Consultado por la presión de ser considerado favorito, respondió con sinceridad: “Bueno, una presión y también una motivación. Sé que me pagan para esto, sé que han apostado por mí y estoy encantado de haber conseguido una victoria más”. Para él, esta victoria es una forma de agradecer la confianza depositada por el equipo: “Es una buena forma de pagar la confianza que Ineos ha puesto en mí”.
Ganador de 5 etapas en el Tour, otras tantas en el Giro y 1 en la Vuelta, completa en su palmarés un total de 65 victorias. Hasta el sábado, que concluye la Itzulia, espera que su equipo esté peleando por los puestos de la general. “En los próximos días queremos colocar a Leonard lo más arriba posible en la clasificación. Mañana es otra etapa que podría ser buena para Laurance. Así que aún tenemos oportunidades”, concluyó el ganador de la etapa.
Schachmann, también analizó la jornada: “La escapada buena ha sido bastante potente. Hemos estado trabajando durante todo el día. No había manera de reducir las diferencias”. Comentó que el equipo trabajó con varias metas en mente: “Hemos trabajado con la intención de llegar a meta y poder luchar también el sprint, pero por un lado está mi maillot amarillo y por otro lado la posibilidad de ganar con algún velocista como Hater”.
En cuanto a lo que resta de competición, el líder del equipo expresó: “Pienso que esta Itzulia se va a decidir el último día, pero suele ser algo habitual, que la etapa que acaba en Eibar suele ser la que decide la clasificación final”. Y concluyó con una reflexión muy repetida en el pelotón: “Todos los días son difíciles y hay una frase que se dice siempre y que se tiene que aplicar al día de hoy. Puedes perder la carrera cualquier día, pero para ganarla tienes que esperar al último”. Para cerrar el día, se vivió una anécdota curiosa en la sala de prensa. Al entrar a la misma, el líder berlinés se ha comido un bocadillo de chorizo cocido de los que dejan para los periodistas y al marcharse se ha llevado una hamburguesa. Un tipo genuino.
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