Wout van Aert conquistó su tercera victoria de la temporada en la Copa del Mundo de Val di Sole, en los Alpes italianos, una cita especial ya que el trazado se encontraba completamente nevado. El belga, que en los días previos había mostrado sus dudas sobre cómo rendiría en unas temperaturas cercanas a los cero grados, volvió a demostrar que se encuentra en un fantástico estado de forma en esta campaña de ciclocross.

Segundo fue su compatriota, Vanthourenhout, quien intentó mantener el pulso aunque acabó cediendo. En la tercera plaza acabó Thomas Pidcock, el joven británico del Ineos que se ha propuesto el reto de intentar ganar tres mundiales de diferentes disciplinas: carretera, MTB y ciclocross, mientras que cuarto fue Iserbyt, líder de la Copa del Mundo.

Una carrera marcada por la fortaleza de Van Aert y el terreno nevado. En zonas el hielo puso en dificultades a los corredores en un trazado que se disputó sobre nieve debido a la aspiración de la UCI de demostrar que esta disciplina tiene su hueco en los Juegos Olímpicos de Invierno. Y el balance fue muy positivo, incluso para los protagonistas como Van Aert: “Ha sido una prueba de que el ciclocross se puede organizar en cualquier parte del mundo. Me alegro de poder ser parte de esta hermosa carrera".