El italiano Filippo Baroncini, de 21 años, es el nuevo campeón del mundo Sub-23. Ya en las filas del Trek desde el pasado mes de agosto, Baroncini fue el más fuerte en el tramo final y pudo celebrar, con escasos metros de ventaja, el triunfo en solitario. Atacó a cinco metros del final y en la meta de Leuven (Bélgica) celebró su gran éxito. De esta forma, Italia conquista este Mundial por segundo año seguido, ya que en 2019 se impuso Samuele Battistela. En 2020 no se celebró la prueba en esta categoría por la crisis sanitaria.

Los españoles, entre problemas físicos, como fue el caso de Raúl García Pierna con dolores estomacales, y percances desde el inicio, como Juan Ayuso, no tuvieron opciones de metales. La plata fue histórica, ya que fue para el eritreo Biniam Ghirmay, en una actuación que puede marcar un antes y un después para el ciclismo africano, y más después de que esta semana se confirmara que los Mundiales de 2025 se celebrarían en Ruanda. El bronce fue para el neerlandés Olav Kooij en una prueba que dominaron los italianos, con tres corredores entre los siete primeros (1º, 4º y 7º).

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Una carrera que comenzó caótica... antes de que se diera el banderazo de salida. El tramo neutralizado fue una sucesión de caídas y averías (con Juan Ayuso se vio afectado) que obligó a volver a parar para que se reincorporasen todos los afectados. Fue la tónica de la carrera, caídas y problemas en un circuito muy técnico que por momentos pareció una carnicería. Pau Miquel, en un accidente con lo que pareció una farola, lo sufrió en sus carnes.

Tampoco pudo estar metido en carrera Raúl García Pierna, quien tuvo que abandonar con problemas estomacales. Mientras también se adivinaban las debilidades de un Juan Ayuso que ya avisó en la previa que estaba lejos de su mejor momento (se retiró). El que más se dejó ver fue un Xabier Azparren (el mejor español, 75º), que intentó filtrarse en los cortes cuando parecía que un grupo de once podía hacer camino y lo acabó pagando.

De esa fuga, fue el suizo Mauro Schmid, ciclista del Qhubeka que quiso echar un pulso al grupo en el que Países Bajos mandaba y Bélgica agotaba sus opciones. Un pelotón en el que no aparecían más españoles... y que se acabó tragando al fugado. Ese grupo se jugó el oro y fue Baroncini, compañero de Ayuso en el Colpack, se enfundó el arcoíris mientras Ghirmay sorprendía al neerlandés Kooij en la pelea por la plata.