Rocío del Alba ya se codea con la élite del mountain bike mundial. No es una mera expresión, sino un hecho. La biker española brilló en Banyoles (Girona), en una prueba UCI Hors Categorie correspondiente a la SuperCup Massi donde no hubo público como medida de seguridad por la pandemia, pero donde la corredora del BH Templo Cafés dejó su sello entre las grandes. Se llevó el triunfo Evie Richards en solitario, repitiendo su éxito de 2020 en esta misma cita.

Pero no fue ella quien rompió la carrera, sino Pauline Ferrand-Prevot. La francesa, portando el arcoíris que le acredita como vigente campeona del mundo, fue la primera que consiguió abrir hueco con el resto de favoritas, pero no con una Rocío del Alba que se pegó a su rueda. Pero Ferrand-Prevot, que a estas alturas de la temporada todavía no goza de su mejor estado de forma, fue perdiendo comba.

En el tramo decisivo de la carrera, Richards atrapó al dúo de cabeza, cambió el ritmo y dejó atrás a la campeona del mundo, pero no a Rocío, que resistió el envite en un primer momento. La pupila de Carlos Coloma mantuvo la estela de la británica hasta que en la penúltima vuelta, Richards abrió hueco en la zona técnica de curvas. En los últimos compases y remontando muchísimo terreno, llegaron como una exhalación tanto Jolanda Neff como Elisabeth Brandau para cerrar el podio. Ambas rebasaron a Rocío, que cruzó la meta en cuarto lugar a escasos segundos del cajón. Pero poco más se puede pedir a una biker que ya hace soñar al MTB español, entre las grandes.