La etapa entre Castro Urdiales y Suances se encuentra plagada de repechos y la amenaza del viento al rodar en paralelo al mar.
La costa cantábrica será la protagonista de la etapa 10ª de La Vuelta, una carrera que en las últimas ediciones ha tenido un recorrido con bastantes jornadas cercanas al mar, pero que en este 2020 discurre más por el interior. Sin embargo, el recorrido entre Castro Urdiales y Suances llevará a los ciclistas por un trazado totalmente paralelo al mar en el que, además de las dos localidades mencionadas, se pasará por hasta otras 20 poblaciones.
Sobre el papel, los velocistas podrían ver otra oportunidad, aunque en este caso el recorrido no invita a pensar que sea fácil controlar las fugas. El terreno rompepiernas y el transitar al lado del Mar Cantábrico a finales de octubre, claves. Entre los variados repechos, sólo un alto será puntuable, el de San Cipriano, que añadirá algo de picante a la jornada.
Tampoco el final será para velocistas puros, sino más bien para corredores con una buena punta de velocidad cuando la carretera pica hacia arriba, ya que la meta está situada en Suances tras dos kilómetros que cuentan con una pendiente de un 5% de media. Eso permitirá que, ya sea un final en grupo reducido o más numeroso, el abanico de aspirantes a levantar los brazos sea mucho mayor.
"Echando un vistazo al trazado, nos encontramos un puerto de tercera y un terreno muy rompepiernas por la costa. Pienso que es más día de intentar estar en la fuga que de esperar una llegada masiva. Pero por eso habrá una enorme pelea por estar en el corte bueno, por lo que no sería raro que este tardara en hacerse y eso implique altas velocidades desde primera hora. En esta Vuelta todos saben que las escapadas tienen muchas probabilidades de éxito. Sobre todo si se forma una escapada numerosa y los equipos de los velocistas no se emplean al máximo".
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Sin perder de vista a los velocistas si se llega en grupo, finales como el de Suances con pendiente hacen pensar que el triunfo recaiga en corredores rápidos que puedan resolver en un grupo más reducido. En un año donde los jóvenes están brillando, no habría que perder de vista a nombres como el italiano Bagioli o el español Alex Aranburu, que ya rozó el triunfo en varias ocasiones en la edición de 2019.
Apuntes históricos
Tras la última visita de la Vuelta en 2011, Castro Urdiales será la salida de la 10ª etapa de La Vuelta, honor que logra por tercera vez en la historia. Será el inicio de un recorrido por toda la costa cántabra que tendrá su desenlace en la localidad de Suances. La población costera ya fue meta en la edición de 2008 y en sus repechos finales se llevó el triunfo el italiano Paolo Bettini.
Laredo
(km 21,6)
La jornada transcurre paralela a la costa del Mar Cantábrico, por lo que será muy importante elementos que hasta ahora no han estado presentes en la Vuelta como el viento del mar o el alto índice de humedad, a falta de las condiciones de lluvia que también pueden aparecer por estas fechas.
Torrelavega
(km 117)
En una jornada sin grandes dificultades montañosas pero con un final con cierta pendiente, el paso de la carrera por Torrelavega hace pensar que esta etapa podría haber sido una oportunidad para uno de los ciclistas más importantes de la historia, Óscar Freire, que, ya retirado, suele dejarse ver al paso de la prueba por su tierra.
Alto de San Cipriano
(km 125,1)
La cota de San Cipriano, de menos de 5 km y sin tramos excesivamente duros (al 6,5% como máximo), será la única dificultad montañosa puntuable de la jornada, pero también un punto en el que se pueden producir movimientos pensando en la victoria final o en seleccionar la fuga.
Santillana del Mar
(km 165)
Los últimos kilómetros serán un terreno rompepiernas propicio para intentar saltar del pelotón o para seleccionar la fuga que ya se hubiera formado anteriormente. Esto hace pensar que el control del pelotón será complicado, además de tener que estar muy pendiente de si hay rachas fuertes de viento.
Suances
(Km 185)
Suances contará con una llegada con cierta pendiente, ya que los dos últimos kilómetros cuentan con un 5% de desnivel. Muy importante para los corredores que se jueguen el triunfo de etapa, que deberán calcular dónde arrancar, pero también si alguno llega en solitario, ya que deberá economizar esfuerzos para no atrancarse en este tramo.
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1 Playa de Brazomar
A unos 15 minutos andando desde el centro de Castro Urdiales, se encuentra esTa pequeña playa de arena fina y dorada, con una longitud de 400 metros y una anchura media de 40 metros, protegida por el muelle de Don Luis a un lado y la ría de Brazomar por el otro. Es una playa concurrida en verano, con hasta un 70% de ocupación en temporada alta, donde destaca su bello paseo marítimo. Durante los meses de invierno es frecuentada por aficionados al surf.
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2 Parque Natural Marismas de Santoña
El Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es un espacio protegido con tres áreas: el estuario que forma el río Asón (Santoña-Laredo) y las marismas de Victoria y Joyel. El conjunto de humedales constituye el principal humedal de la cornisa cantábrica y uno de los de mayores relevancia del norte de España. Es utilizado por las aves migratorias, procedentes del norte y el centro del continente, en su desplazamiento hacia tierras más cálidas, lo que lo convierten en un lugar ideal para la observación de estas aves, donde puede llegar a haber hasta 130 especies distintas. Su extensión es de 6.678 hectáreas repartidas entre 10 municipios: Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Noja, Santoña y Voto.
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3 Acantilado El Bolao
En la costa oriental de Cantabria, concretamente en el municipio de Alfoz de Lloredo, se encuentra la Cascada del El Bolao. El arroyo de La Presa, creado entre los pueblos de Cóbreces y Toñanes, desemboca en el mar Cantábrico creando una cascada de gran belleza, con 6 metros de altura, entre los acantilados. Antes de llegar a la cascada, se pueden observar las ruinas en mal estado de un viejo molino que, en el pasado, se utilizaba por los habitantes de la zona para moler trigo y debido a su construcción hay una pequeña presa que modificó la forma de la cascada.
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4 Colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar
La Colegiata de Santa Juliana tiene su origen en la expansión del antiguo monasterio del mismo nombre, a mediados del siglo XII. Fue construido por un grupo de monjes para contribuir a la repoblación de la zona y crear una pequeña ermita en la que exponer las reliquias de la mártir Juliana, que traían consigo. La colegiata se encuentra en el casco urbano de Santillana. De la estructura actual destaca la iglesia, en estilo románico, que es el más amplio de la cornisa cantábrica, influenciado por las corrientes del sur a partir del paso del Camino de Santiago por las provincias de Burgos y Palencia.
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5 El Capricho de Gaudí
Un lugar imperdible si visitas Comillas (Cantabria) es El Capricho de Gaudí, integrado en el parque de Sobrellano, lugar donde también se encuentran el espectacular Palacio de los Marqueses y la capilla familiar. Fue levantado en tan solo dos años, de 1883 a 1885, por el arquitecto Cristóbal Cascante Colón, según el proyecto de Antonio Gaudí Cornet y encargada por Máximo Díaz de Quijano, un abogado enriquecido en América y concuñado del Marqués de Comillas. Esta joya de la arquitectura y del Modernismo, que debía reflejar el poderío económico, el origen y las aficiones del indiano a la perfección, combina diversos estilos artísticos, en la fusión de estructura y música o en su decoración.
