En 1870, huido de la Guerra Franco-Prusiana, llegó a Vitoria un emprendedor alemán procedente de Ulm (Baden Württenberg), Roman Knörr Streiff, quien, asociado y emparentado con la familia Ortiz de Urbina, montó una fábrica de cerveza y puso las bases de una de las marcas de bebidas más importantes del Siglo XX. El siguiente paso lo lideró Roman Knörr Ortiz en 1926 con la creación de las gaseosas El As, pero el salto decisivo lo dio José María Knörr Elorza en 1954, cuando añadió zumo de naranja y, cinco años antes que Fanta, creó los refrescos Kas, cuyo nombre nace de añadir la letra K de su apellido al producto ya existente.

La mejor lanzadera publicitaria llegó a través del ciclismo con el histórico Kas. Ya en 1956, Mariano Galarza llamó a la puerta de la familia Knörr en busca de respaldo para una formación guipuzcoana que surgió bajo la denominación Sastrerías Jaúregui-Gaseosas El As, en definitiva el embrión del potente equipo Kas, que brilló en las carreteras desde 1958 a 1979, y luego en una segunda fase entre 1985 y 1988.

Aquel equipo, que vestía con maillot amarillo y un toque azul, y que intercambiaba estos colores para el Tour, sumó cinco victorias absolutas en la Vuelta a España: Gabica (1966), Fuente (1972 y 1974), Pesarrodona (1976) y Kelly (1988). Además de 101 etapas en las tres grandes rondas: 16 en el Tour, 19 en el Giro y 66 en la Vuelta.

Pero si el Kas se identificó por algo fue por el grupo, por esa filosofía de que lo importante era el equipo por encima de los nombres, lo que sólo se rompió en sus orígenes con Bahamontes y en su ocaso con Kelly, y se mantuvo incluso con el Tarangu Fuente, su mayor figura en una pléyade de estrellas: Julio Jiménez, Perurena, Galdós, Pérez Francés, López Carril, San Miguel, Gabica, Pesarrodona, González Linares, Lasa, Aurelio González, Cima… A quienes hay que añadir sus tres históricos directores: Dalmacio Langarica, Antón Barrutia y Eusebio Vélez.