Apenas un día después de asegurar que no se tocaba ninguna carrera del calendario nacional, la Federación Española de Ciclismo cambió el discurso y anunció la suspensión de todas las competiciones dos semanas con la siguiente nota: "En vista de la evolución de la situación generada por la transmisión del COVID-19, y conforme a las recomendaciones expresadas por el Ministerio de Sanidad y las autoridades gubernamentales, informamos de que la RFEC ha tomado la decisión, junto a los organizadores, de suspender/aplazar la celebración de todas las pruebas ciclistas programadas para los dos próximos fines de semana (14-15 de marzo y 21-22 de marzo) con el objetivo de garantizar la salud de los deportistas, técnicos, árbitros, clubes y asistentes, y así evitar la propagación del COVID-19". La Aiztondo Klasikoa, tercera cita puntuable de la Copa de España Élite y Sub-23, debía disputarse este domingo.

Por un solo día la medida no afectaba a la Volta a Catalunya, que iba a arrancar el 23 de marzo. En Italia, varios medios especularon este jueves con su anulación, término que la organización se encargó de desmentir a AS: "Esa información es totalmente falsa. Seguimos adelante y respetaremos las indicaciones de los órganos sanitarios y gubernamentales competentes". Sin embargo, poco después emitieron un comunicado para confirmar el aplazamiento y la búsqueda de nuevas fechas para la edición 100.

“Nos guiamos por las fórmulas de prevención ante el SARS CoV-2 (Covid-19) decretadas por el Govern de la Generalitat de Catalunya. Intentamos hasta el final no detener una edición tan especial de la Volta Ciclista a Catalunya, pero ahora mismo las medidas para garantizar la salud de los corredores, equipos y público pasan por delante de la competición. La Volta regresará con más fuerza”, afirmó el presidente de la entidad, Rubén Peris. La carrera se celebraba de forma ininterrumpida desde 1939, pocos meses después de finalizar la Guerra Civil.