Geraint Thomas cumplirá 34 años el próximo mes de mayo, en vísperas de afrontar un nuevo Tour de Francia, pero sus ganas e ilusión parecen las de un juvenil. Y es que el galés, en palabras concedidas a Nytro (compañía de triatlón de California), ha reconocido que en tres o cuatro años piensa colgar la bicicleta y dedicarse a una nueva disciplina: los Ironman.

Thomas cambiará las dos ruedas por casi cuatro kilómetros de natación, 180 en bici y una maratón de 42 km. Esos son sus planes de futuro a medio plazo cuando pierda la emoción de competir como ciclista profesional: "Solía nadar cuando era niño, e hice algunos triatlones. Cuando me retire del ciclismo profesional, definitivamente quiero hacer un Ironman, o tal vez unos pocos. Primero haré el de Gales ya que el recorrido en bicicleta es bastante difícil para que pueda jugar a mi favor. Me retiraré en tres o cuatro años, pero necesitaré algo cuando pare. No tener nada sería difícil, entonces, ¿por qué no un Ironman?".

El 'plan secreto' del corredor galés se empezó a gestar en 2018 cuando Cameron Wurf, un exciclista profesional que se pasó al triatlón (fue World Tour con Cannondale en 2013 y 2014), confesó que llevó a cabo entrenamientos de natación y carrera a pie con Thomas en Mónaco, justo después de que ganara el Tour. ¿Sus conclusiones? Simplemente quedó alucinado con la capacidad de Thomas: "Cuando me di la vuelta al final del tramo de 200 metros de agua que usamos en la playa de Larvotto para nuestras sesiones supervisadas de aguas abiertas, no podía creer lo cerca que estaba. ¡Definitivamente puede nadar! Y como si eso no fuera una sorpresa suficiente para una mañana, después de nadar se puso sus zapatillas para un poco de trabajo de velocidad, donde parecía estar tranquilo corriendo a un ritmo de 3:40 / km. Me dejó absolutamente alucinado".

En tres o cuatro años veremos qué tal se desenvuelve, pero esta temporada deberá conformarse con el Tour de Provence o Vuelta al Algarve para debutar en febrero, y con Tirreno-Adriático, Tour de Romandía y Vuelta a Suiza como plato fuerte para preparar el ansiado Tour de Francia.