Mikel Landa va perfilando su primera parte de la temporada. Comenzará en la Vuelta a Andalucía, luego está en duda entre Tirreno-Adriático o París-Niza. Tratará de disputar la Vuelta al País Vasco, por lo que llegará en un buen pico de forma y luego competirá en la Flecha Valona y la Lieja. De cara al Tour de Francia, lo más normal es que esté en la Dauphiné.

Se trata de un corredor acostumbrado a cambiar de equipo pero en esta temporada se le nota con más ilusión de lo normal. Tras Euskaltel Euskadi, recaló en Astana y Movistar. Ahora está concentrado en Croacia con su nueva escuadra, Bahrain-Mc Laren. Saldrá en las carreras importantes como líder único de su escuadra. Lejos quedan las tricefalias con Valverde o Nairo o el cruce de galones con Carapaz del Giro.

2020 es un año muy particular ya que habrá Juegos Olímpicos y el alavés tiene ganas de disputarlos. También el Mundial donde, a priori tendrá más opciones de poder luchar por los puestos de privilegio. Por recorrido y por fechas. Lo cierto es que Bahrain-McLaren va a salir a por todas en las carreras y que Mikel Landa será el primer as del conjunto bareiní.

La segunda parte de la temporada se irá diseñando sobre la marcha pero no habría que descartar que corriera la Vuelta una vez descartado el Giro. Landa también es presidente de la Fundación Euskadi, que tratará de ganarse una invitación ganando carreras. Esa es la forma de abrir las puertas de la ronda española. Si lo consiguiera, el presidente de la entidad podría compartir competición con sus pupilos, pero en conjuntos diferentes. Eso ya ocurrirá, por ejemplo, en Andalucía.