En los estudios de la RAI en Milán, el Giro de Italia presentó su trazado de 2020. La 103ª edición de la Corsa Rosa partirá el 9 de mayo de Budapest con una contrarreloj de 8,6 kilómetros con salida y llegada en subida en la capital húngara. Después de que la carrera de 2019 transcurriera prácticamente por territorio italiano (a excepción de una incursión en San Marino), el Giro retoma su vertiente internacional (en 2018 empezó en Jerusalén).

Siempre fiel a su estilo de deporte de fondo, con unas jornadas extensas y compensadas, la organización ha programado tres cronos (58,8 km en total: 8,6, 33,7 y 16,5 para clausurar en Milán el 31 de mayo) y seis metas en alto como puntos calientes. Agrigento, Etna, Piancavallo, Madonna di Campiglio, Laghi di Cancano y Sestriere acogerán estos finales.

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Tras las tres etapas por Hungría, la ronda aterrizará en Sicilia y en la cuarta tocará rampa en Agrigento. Los nueve días iniciales propondrán también la primera toma de contacto con la montaña, el Etna, y para la segunda semana se afrontarán la contrarreloj larga en Valdobbiadene y Piancavallo. La máxima exigencia se concretará durante las últimas seis jornadas, una de las señas de identidad más tradicionales del Giro, con Madonna di Campiglio, Laghi di Cancano, Sestriere y la crono de Milán. Los 2.758 metros del Stelvio se traducirán en la Cima Coppi de 2020.

Richard Carapaz presenció la ceremonia en directo y tiene pensado defender la maglia rosa en 2020 con el Ineos. Peter Sagan, asistente al acto, dijo que participará por primera vez en la cita italiana y después acudirá al Tour. Sobre los españoles, Mikel Landa (cuarto en 2019), en su primera campaña con el Bahrain, verá si le conviene doblar, porque apostará seguro al Tour. Otra apuesta segura: el Giro suele convertirse en la grande más variada y espectacular.