Cuando Egoi Martínez llegó a su primera concentración con el Discovery, con diez kilos de más y sin apenas hablar inglés, la rockera Sheryl Crow, entonces novia de Lance Armstrong, reconoció al ciclista navarro: "¡Ah!, tú eres aquel chico que se lo hizo pasar tan mal a Lance en Mont Saint Claire", en el Midi Libre. El texano tomó nota aquel día y le dijo al director, Johan Bruyneel: "Tienes que ficharlo".

En ese 2006, Armstrong se acababa de retirar del ciclismo, y Egoi era un corredor con una sola victoria, el Tour del Porvenir 2003. Ese mismo curso iba a mejorar su inglés y a resolver la sequía, tras rematar una escapada en Burgos, una ciudad que se le dio especialmente bien, porque dos años después pasó por allí como líder de la Vuelta.

El navarro había corrido el Tour, pero sufrió una caída cuando iba quinto de la general y ya no pudo prosperar. En la Vuelta buscó el triunfo con ahínco, hasta que lo encontró en la 11ª etapa, Torrelavega-Burgos.

Egoi se metió en una fuga de 13 corredores. "Tengo pocas victorias porque no soy rápido", aclaró después, por lo que decidió atacar en el Escudo para cribar el grupo. Ahí se marchó solo, pero en el Páramo de la Masa fue cazado por Landaluze y Gustov, con quienes rodó bajo una granizada tremenda. Egoi entró victorioso en Burgos. Fue su primera y única victoria en una grande. Ese mismo año ganó también la Montaña, igual que haría en 2009 en el Tour, por descalificación de Pellizotti.

En 2008, con el Euskaltel, Egoi volvió a ser protagonista de la Vuelta, en la que vistió cuatro días el maillot oro de líder, justo en las fechas en las que Armstrong anunció su regreso al ciclismo. Ya sin Sheryl Crow.