Fabio Jakobsen consiguió en El Puig su primera victoria en una carrera de tres semanas. Pero tuvo que esperar para saber que lo había conseguido... por sólo dos centímetros. El holandés tomó rápidamente la delantera en el esprint por el trabajo de los lanzadores Stybar y Richeze, mientras que Sam Bennett tuvo que remontar varias posiciones después de tomar por el lado equivocado una rotonda en el último kilómetro. Aún así, el irlandés se echó al centro y consiguió emparejarse con Jakobsen, llegando a la par prácticamente. De hecho, el ganador aseguró que cerró los ojos en la llegada. Después de eso, y sin saber que había vencido, saludó a su rival en la llegada y no fue hasta que escuchó su nombre, cuando volvió hacia podio dejando una curiosa imagen: levantó los brazos en el arco, sí, pero llegando en dirección contraria.

La foto finish fue necesaria para saber quién era el ganador de la cuarta etapa. Además, la tecnología arrojó varios datos sorprendentes sobre lo igualada que había estado la entrada a meta: a Jakobsen y a Bennett les separaron 0,0014 segundos. A la alta velocidad que llegaron los dos velocistas, eso supone dos centímetros.. Una llegada igualadísima que también da la idea de cómo apuran sus pocas opciones los hombres rápidos en la ronda española.