CICLISMO | CLÁSICA SAN SEBASTIÁN

El 'pequeño caníbal' Evenepoel asombra en San Sebastián

El belga de 19 años sorprendió a todos los favoritos en el tramo final y casi sin creérselo, llorando, llegó hasta la meta.

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El 'pequeño caníbal' Evenepoel asombra en San Sebastián
Javier Etxezarreta EFE

El ciclismo de los jóvenes ya está aquí. Remco Evenepoel (Schepdaal, Bélgica) reventó la Clásica de San Sebastián antes de subirse Murgil Tontorra y llegó en solitario a la línea de meta del Boulevard donostiarra (5:44:27). Egan Bernal ganó el Tour con 22 años pero el de Deceuninck tiene 19. Los cumplió el pasado mes de enero. Resultó incluso humillante que, antes de romper la carrera, se descolgara, cogiera bidones, los repartiera y luego atacara. Cuando arrancaba la cuesta final de los caseríos, llevaba 40 segundos de ventaja a los rivales. Le acompañaba Skujins, que no pudo seguir su rueda en los últimos metros de la subida. No perdió tiempo en el puerto y luego abrió más brecha en el descenso y el tránsito por las calles de San Sebastián. Logró el cuarto triunfo de su primera temporada como profesional, el primero de la categoría World Tour en el que se convierte en el ganador más joven desde que existe la primera categoría ciclista.

Los grandes nombres del Tour, y por lo tanto favoritos, fueron perdiendo opciones a lo largo del día: Julian Alaphilippe puso pie a tierra en el kilómetro 90 -al paso por Orio- y Egan Bernal se quedó descolgado en las rampas de Erlaitz, antes de enfilar el camino hacia el primer paso por la meta de San Sebastián. Mikel Landa trabajó para tirar abajo la fuga del día y, a falta de 42 kms, se dejó caer y abandonó la disciplina del pelotón principal. Ahora descansará, se le había anunciado para la Vuelta a Burgos pero no acudirá. Su calendario de final de temporada es ahora una incógnita y es posible que dependa de su predisposición a renovar o de cambiar de aires.

Hasta la exhibición de Evenepoel, Fernando Barceló (Euskadi Murias) fue el gran protagonista de la jornada. Se metió en la escapada buena, entró en un grupo de cuatro fugados cuando el bloque de nueve se partió en dos subiendo Jaizkibel y se quedó en solitario subiendo Erlaitz. Bajando hacia Donosti, Mikel Landa empezó a tirar del pelotón de favoritos y la cita pareció una crono entre los dos corredores. Barceló administraba su renta de menos de un minuto y el alavés lo daba todo camino de la capital guipuzcoana tirando del grupo. En realidad fue el Movistar Team quien se encargó de tirar abajo la escapada en solitario del oscense.

 Todo comenzó a las 11:47 cuando se dio el pistoletazo de salida. Valverde se abrazaba a Markel Irizar, corredor que cuelga la bicicleta. ¿Qué mejor homenaje que el del vigente campeón del mundo? El de Oñati fue uno de los nueve ciclistas que se metieron en la fuga buena. El corredor del Trek Segafredo iba acompañado de Grosschartner (BOH), Cerny (CCC), Bole (TBM), Bowman (TJV), Madrazo (BBH), Lemoine (COF), Irisarri (CJR) y el propio Barceló. En el kilómetro 56, la diferencia era de 4:29 con respecto al pelotón. Pero los frutos fueron cayendo de maduros, a lo largo de la tarde, poco a poco. El último en abandonar la rama del árbol fue el aragonés de Murias cuando quedaban 45 kms para el final. La carrera se definió por otros derroteros y con otros protagonistas minutos más tarde. Van Avermaet acabó segundo, a 38 segundos, con Hirsch completando el podio, a 38, el mismo tiempo que Gorka Izaguirre, cuarto y primer español. Valverde acabó décimo.