Chris Froome es oficialmente el ganador de la Vuelta de 2011 y ocupa el lugar en el palmarés de Juanjo Cobo, que quedó desposeído de su triunfo el pasado 13 de junio debido a los valores anómalos en su pasaporte biológico (en un periodo de tiempo entre 2009 y 2011). Así lo confirmaron fuentes autorizadas a AS y, de hecho, así se muestra ya en la página web de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

La noticia se ratificó una vez que Cobo, que contaba con un mes de plazo para presentar un recurso a su sanción, como se esperaba no apeló, por lo que a Froome se le declara vencedor de la carrera. Para el británico, que aún se recupera de su caída en el Dauphiné (la información del castigo al cántabro le llegó en el hospital), este título significa la primera de sus siete vueltas de tres semanas: cuatro Tours de Francia (2013, 2015, 2016 y 2017), un Giro de Italia (2018) y, desde ahora, dos Vueltas a España (2017 y esta de 2011, que le convierte en el primer corredor de nacionalidad británica en lograr una grande).

Javier Guillén, director de la cita, atendió a AS y aseguró que su postura es de “respeto absoluto” a las decisiones de la UCI y de “inflexibilidad con el dopaje”, por lo que acata el cambio en el palmarés: “Bienvenido, Froome, como ganador de la Vuelta de 2011”. La descalificación de Cobo también afecta al resto del podio, que pasa a estar formado por el británico Bradley Wiggins, en la segunda plaza, y el neerlandés Bauke Mollema, que ahora es tercero y suma así el primer cajón en una competición de tres semanas en su trayectoria. Poels hereda la etapa del Angliru de 2011, y Valverde la de La Granja de 2009.

Un reajuste en el historial de la ronda española que se produce ocho años después de la celebración de la carrera, algo que se explica debido a que la Fundación Antidopaje de la UCI, que funciona como un órgano independiente, haya optado por reanalizar controles y revisar datos retrospectivamente. En la normativa actual, las infracciones relacionadas con el dopaje prescriben a los 10 años.