Primoz Roglic y Vincenzo Nibali entraron juntos en la meta de Lago Serrù a 1:37 de Mikel Landa. El esloveno personalizó su marcaje en el siciliano (a 1:44 en la clasificación) a costa de que el resto de los rivales les recortaran tiempo a ambos. Nibali se mostró sarcástico y disgustado con la actitud de Roglic en declaraciones a Mediaset Italia: “No entiendo la forma de competir de Roglic. Parece que sólo está pendiente de mí y que los demás no le importan. Tampoco le gusta dar relevos. Si quiere seguirme a todas partes, se puede venir a mi casa y sacarse una foto conmigo y los trofeos, se los mostraré sin problemas”.

Segundo en la general, a 2:25 de su compatriota Jan Polanc, cuando Roglic cruzó la línea de llegada quiso dar la mano en señal de respeto a Nibali, que rechazó chocar con él, enfadado por cómo se desarrolló la ascensión final. El exsaltador de esquí restó importancia al encontronazo: “Son circunstancias de carrera que se producen entre ciclistas de distintos equipos y diferentes intereses. Todos mis adversarios merecen mi admiración y mi respeto por cómo luchan en la carretera”.