Primera toma de contacto con la montaña en Montoso, un puerto muy serio, y primer ataque. ¿Qué tal fue?

No lo programamos. Simplemente surgió así. Procuraré recuperar terreno en cada ocasión que surja e incrementar mi rendimiento cada día.

¿Contento con los 28 segundos de diferencia respecto al resto de los aspirantes?

Sí, pero no son muchos y falta muchísimo aún (a 4:24 de Roglic y 8:31 de Polanc). Quiero hallar mi mejor versión en las montañas en esta segunda y tercera semana.

¿Cómo valora su situación pasado el ecuador del Giro?

Evidentemente pretendía perder mucho menos tiempo del que llevo en contra. La carrera está muy cuesta arriba, no lo voy a negar. Las dos contrarreloj me lastraron muchísimo. Sólo queda intentar darle un vuelco a la clasificación.

¿Y de qué forma se consigue eso?

La única manera de remontar es tener mejores piernas que hasta ahora.

¿Se nota en un buen momento?

Sí. Arranqué raro y afectado por las alergias, las sensaciones no eran buenas. Sin embargo, me encontré mejor con el transcurso de las etapas. Aunque en la crono de San Marino lo hice mal, otros favoritos también cedieron mucho, como Simon Yates o Supermán López.

¿Considera factible una alianza con ellos, como en Montoso con López?

Deben atacar, no cabe duda, porque están muy alejados, como yo. Luego existen diferentes tesituras, se comprobará si nos benefician a todos. Y en mi caso, veré día a día qué es lo mejor para tratar de recortar. Resta mucha dureza, y la ambición por dar la vuelta al Giro continúa intacta.

¿Cuáles son sus ambiciones?

Ganar, siempre. No obstante, con el cajón de Verona me conformaría.