CICLISMO | TOUR YORKSHIRE

Yorkshire: locura por el ciclismo e "ilusión" por sus Mundiales

El condado de Yorkshire (Reino Unido) cierra este domingo la cuarta edición de su quinta edición. La pasión por la bicicleta es total y en septiembre, los Mundiales.

Leeds
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¿Cómo se vive el Tour de Yorkshire?
Tour de Yorkshire A.S.O.

La segunda etapa del Tour de Yorkshire (Reino Unidos) pasó por Pontefract, una localidad de 30.000 habitantes que se volcó con el paso de la carrera. Sólo habían transcurrido 30 kilómetros desde la salida, pero a nadie le importaba para aplaudir a rabiar a todos los ciclistas. Cuando se dice a nadie, es a nadie, ya que la ciudad dejó una de la imágenes de la carrera para este redactor, ya que unos recién casados, con sus invitados incluidos, paralizaron un momento todo y salieron a la puerta de la iglesia para ser uno más. El Tour de Yorkshire es un acontecimiento para toda la gente del condado, y nadie deja pasar la oportunidad. La locura por el ciclismo es total y ahí queda un ejemplo que lo demuestra.

Los pueblos que reciben a al carrera, por pequeños que sean, se engalanan con los colores del condado (azul y amarillo) y no dejan de animar. La organización, que lo sabe, intenta que el recorrido pase por el máximo de lugares posibles. Así la alegría de sus gentes, es más compartida. En 2019 Yorkshire vivió su quinto Tour, la novedad ya ha pasado, pero la afición no decrece, va a más. La idea del Tour de Yorkshire se cristalizó con la salida del Tour de Francia 2014. “El recuerdo es imborrable”, recordaba Chris Froome en la presentación de la prueba, la cual nunca hasta este año había corrido.

El ambiente encandila a cada persona ajena al condado que se pasa por allí, y los trazados, también. No hay grandes ascensiones, ni falta que hace. Un trazado sinuoso, con carreteras estrechas y en el que la lluvia y el viento aparecen y desaparecen cuando les vienes en gana. Una clásica en toda regla, pero de cuatro etapas. “Son esas carreras en las que no puedes quitar la atención”, reconocía a As Julen Irizar, ciclista del Euskadi Murias. El Tour de Yorkshire de 2019 y su segunda etapa fueron especiales, además de por los recién casados, porque fueron el preludio perfecto para los Mundiales de ruta, que se celebrarán del 22 al 29 de septiembre.

El Mundial, una ratonera con sabor a clásica

Imagen del pelotón durante la cuarta etapa del Tour de Yorkshire.

En esa segunda jornada, los ciclistas dieron una vuelta y media al circuito que les esperará a final de temporada y en el que Alejandro Valverde defenderá su título. Un Mundial es una lotería, y en Yorkshire las papeletas se multiplican. El trazado de fondo no será un único circuito, ni el resto, sólo lo harán en los kilómetros finales. La prueba masculina partirá de Leeds y la femenina de Bradford, mientras que las pruebas contra el crono irán variando su salida por el condado.

Lo único que tendrán igual será el final, en la localidad de Harrogate (localidad de 75.000 habitantes), que cuenta con un circuito de 14 kilómetros muy exigente. La entrada se da por carreteras en la que el viento podrá entrar por cualquier costado, subidas y también curvas peligrosas que podrían hacer cualquier escabechina, igual que un estrechamiento en un cuento que se encuentra justo al entrar a Harrogate, allí se recorrerá la ciudad entera (destacando que en el centro la prueba se podrá ver en un parque desde dos puntos, que será el centro neurálgico de todo) para delirio de los locales. “Estamos muy emocionados. Creemos que es el circuito más emocionante en años. Estamos contando los días para que arranque. ¡Qué ganas”, reconocía a As un aficionado a pie de cuneta. Yorkshire ha vibrado con su Tour, ahora ya espera a sus Mundiales.