Una fría mañana en el Barraco, con cinco grados y algunos copos tímidos de nieve fue el contexto de un homenaje a su habitante diez años después de su triunfo en el Tour de Francia. Carlos Sastre no paraba de saludar y charlar el tiempo que fuera necesario con sus paisanos desde primera hora de la mañana en el tributo que le tenía preparado su pueblo una década después de su hazaña en París. Ante tal evento, los presentes en la cita no podían ser menos: Miguel Indurain, Pedro Delgado, Federico Bahamontes... en total, ocho Tours juntos en un humilde pueblo que no llega a 2.000 habitantes y que se engalanó para la ocasión.

"Todos vivimos su victoria intensamente y tenía ganas de acércame a este homenaje", dijo Induráin, que también hizo un perfil rápido de Carlos: "No era un corredor que destacara en ninguna modalidad pero era muy completo, a base de esfuerzo y sufrimiento consiguió el palmarés que tiene". El homenaje empezaba en la Casa Consinstorial de El Barraco. En torno a ella, se aglutinaron los presentes junto a las diferentes personalidades con la banda de música acompañando. Una de las melodías recitadas se llamaba "Carlos Sastre", creada en 2007 y para muchos barraqueños, premonitora de lo que iba a suceder poco después. 

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Seguían llegando más personalidades: Pablo Lastras (uno de los productos de la cantera de Víctor Sastre), Javier Mínguez (seleccionador nacional "con futuro incierto"), Manolo Saiz (director deportivo) y Diego Rubio, ciclista del Burgos BH y una de las cabeza más visibles de la cantera abulense que tan buenos resultados ha dado en las últimas décadas. Induráin, uno de los más solicitados para fotografías y autógrafos, fue uno de los primeros que emprendió la marcha hacia la Ciudad Deportiva Carlos Sastre, donde esperaba una placa bajo una bandera con el escudo del pueblo.

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El trayecto entre ambas sedes tuvo todo tipo de componentes ciclistas. Todos ellos subían andando con los diferentes aficionados, en primer lugar ascendiendo la calle Ángel Arroyo, otro ilustre corredor abulense que no pudo hacer acto de presencia. Antes del final, esperaba un giro de derechas muy emotivo en la calle Jose María Jiménez Chava, muy recordado en este homenaje por los amantes del ciclismo. Ya en la entrada de la ciudad deportiva, se juntaron los cuatro amarillos para enseñar la nueva placa para Carlos junto al alcalde de la localidad, José María Manso.

El acto ya se dirigió hacia su recta final en el Polideportivo Víctor Sastre, muy querido en el pueblo "por ser el gran causante de todos estos éxitos ciclistas en la comarca". Fue el momento en el que Sastre recordó su victoria en 2008, con su espectacular ataque en el Alpe d'Huez y sus duelos con Menchov y Evans, además de tener en su propio equipo (CSC) a otros dos duros rivales como los hermanos Schleck. Los cuatro ganadores del Tour presentes recordaron sus victorias por tierras francesas y Carlos, al ser preguntado por cómo se siente uno en el podio de París, respondió que "pasa tan rápido que ni te das cuenta". Momento en el que pasó la palabra a Indurain... y coincidió con Carlos. "En la primera se pasa volando, en la segunda ya eres más consciente... hasta que en la quinta uno mismo controla y coordina los eventos que vienen después", decía el navarro entre risas. 

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Un español no gana el Tour de Francia desde 2009, obra de Alberto Contador. Para el futuro, al menos a corto plazo, dos nombres son los más comunes entre los presentes de cara a conquistar París de nuevo: Enrinc Mas y Marc Soler. "Todo llegará, pero hace falta paciencia", decía Pablo Lastras. Una fiesta de ciclismo a un campeón que tuvo su gran momento de gloria a los 33 años y es "un referente para todo el pueblo, la provincia y el ciclismo de la zona" decían sus paisanos.