En una Vuelta “condenada a la emoción hasta el final”, como la cataloga Eusebio Unzué, la pregunta al mánager del Movistar era obligada: “¿Sabe ya quién es la baza principal del equipo para ganar la carrera?”. La respuesta arrojó la misma poca luz que la estrategia desplegada por Nairo Quintana y Alejandro Valverde durante la subida a Lagos de Covadonga. “De momento, ninguno de los dos se ha encargado de dejarlo claro”, aseguró Unzué, que continuó: “Como ocurre en la propia carrera, no hay un líder dominador”.

Y parece que con la misión de empezar a responder a esas preguntas se presenta hoy la crono de la Vuelta, 32 km exigentes entre Santillana del Mar y Torrelavega donde Valverde aparece como el principal candidato a poder asaltar el maillot rojo que luce Simon Yates (a 26”). Al menos, de tener opciones. “La crono puede abrir más diferencias que la montaña”, opina el murciano, que no entiende de dónde sale “tanto drama sobre quién es el líder”: “Nairo y yo tenemos opciones, la carrera está perfecta para nosotros. ¿Si quiero ganar la Vuelta? Quiero que la gane el Movistar”, sentencia.

Por eso resta importancia a su teórica superioridad en la lucha contra el crono y coincide con Unzué en afirmar que la etapa no se va a disputar con estadísticas del pasado ni historiales: “No soy Indurain, veremos cómo están las piernas después de los esfuerzos de los últimos días”.

Para comprobarlo, Valverde se fue ayer a reconocer el trazado junto a un especialista del equipo como el portugués Nelson Oliveira y Nairo Quintana, que intentará mantener sus opciones intactas (está a 33’’). Para el equipo, “tener dos bazas debe ser una ventaja”, y eso no cambiaría aunque Valverde lograse ampliar la renta que cuenta sobre su compañero. Porque si algo tienen claro, es que el rival no está en casa: “Tenemos por delante a un corredor muy fuerte como Simon Yates”. Y si se diera el caso de que uno tuviera que trabajar para el otro, no habría dudas, como confirma Nairo Quintana: “No sería la primera vez”.

Ampliar