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TOUR DE FRANCIA

Ion Izagirre tiró otra vez al poste y el Astana repitió con Nielsen

La segunda etapa del Macizo Central trajo otra victoria del equipo kazajo, tras la de Omar Fraile en Mende, y a punto estuvo de traer la segunda española.

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Ion Izagirre tiró otra vez al poste y el Astana repitió con Nielsen
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Ion Izagirre pegó otro tiro al poste. Ya había sido segundo en Le Grand Bornard, el día que ganó Julian Alaphilippe, y ha repetido esa clasificación en Carcasona detrás Magnus Cort Nielsen, ese danés que se presentó en sociedad con dos etapas al sprint en la Vuelta a España de 2016: Gandía y Madrid. Un velocista de nivel. Mal socio para jugarte la victoria en una escapada. La segunda etapa del Macizo Central nos trajo el segundo ganador consecutivo del equipo Astana, tras el triunfo de Omar Fraile en Mende. Y a punto estuvo de traernos el segundo triunfo español.

No están corriendo mal los 'cazaetapas' españoles. En las únicas tres escapadas que han fraguado en este Tour, Omar Fraile ha ganado una y Ion Izagirre ha sido segundo en las otras dos. También estuvo a punto de rematar la faena Mikel Nieve en La Rosière, cuando Geraint Thomas le pasó como un avión a 340 metros de la meta. Una victoria y tres segundos puestos no son mal balance, aunque en el ciclismo siempre ha circulado ese dicho de que "el segundo clasificado es el primer perdedor".

El problema es que la afición española se había ilusionado con bastante más en la víspera de este Tour. Principalmente con ese tridente del Movistar que continúa mellado. El equipo telefónico lo está intentando, eso no se puede negar. No estamos ante esas estrategias reservonas de otras ediciones. Pero no hay piernas para dar el salto a ese escalón que ocupan Thomas, Froome, Dumoulin y, cada vez más cerca, Roglic. Quedan seis días de carrera: la traca final de los Pirineos y la contrarreloj del sábado. Da la sensación de que la forma de Nairo Quintana aún puede progresar, también la de Mikel Landa si supera esos dolores de espalda. Quizá es más un deseo que una sensación. En el ciclismo, nunca hay que dar nada por hecho. El pasado Giro también parecía ganado por Simon Yates a falta de una semana. Terminó el 21º.

El Movistar metió a tres ciclistas en la escapada del día y se consolida al frente de la clasificación por equipos.
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El Movistar metió a tres ciclistas en la escapada del día y se consolida al frente de la clasificación por equipos.AFP

A la espera de que sus líderes carburen, el Movistar se ha dedicado este fin de semana a un clásico de la casa: la clasificación por equipos. Ese premio que importa tan poco a los aficionados y tantísimo a las marcas y a los directores deportivos. El Movistar metió a tres ciclistas entre los 29 fugados del día: Bennati, Erviti y Soler. Si hubo alguna oportunidad de pelear la victoria, no se consolidó en el momento decisivo. Ahí tiene más olfato Ion Izagirre, ganador hace dos años en Morzine, precisamente con el maillot del Movistar. El vasco entró en el corte definitivo con Bauke Mollema y Cort Nielsen, que se jugaron el triunfo en Carcasona. Nielsen tenía todas las de ganar. Y ganó.

Por detrás se movió poco la cosa. A Romain Bardet le gusta enredar en los descensos. Domina el terreno. Ya se le ha visto recoger frutos en otras ocasiones, como en aquel ataque conjunto a más de 90 km/h con su compañero Cherel que le condujo a la victoria en Saint Gervais y al podio de París en 2016. Bardet probó este domingo en la bajada del Pic de Nore, pero el desafío le duró muy poco. Pegó un derrape en una curva, corrigió la trayectoria, recuperó el equilibrio… Y se le quitaron las ganas de más. En una etapa de este calibre, que también salió de Millau, allá por 1960, otro francés, el prometedor Roger Riviére, se rompió dos vértebras tras caerse por un precipicio de 20 metros en el Perjuret y quedó postrado en una silla de ruedas para toda la vida. Un espeluznante precedente.

Una arrancada de Dan Martin en ese mismo puerto y este amago de Bardet fueron los únicos movimientos entre los jefes. Nadie se animó a secundarles. Los gallos estaban más pendientes del descanso de este lunes en Carcasona y de los futuros Pirineos, que de buscar alternativas en un Macizo Central que ha movido poco la general. Dos días de escapadas consentidas. Dos días para el Astana y casi para España.