Pello Bilbao marcha noveno de la general del Giro en el tercer día de descanso (a 5:59 de Simon Yates). La misma plaza que ocupaba hace una semana, en el segundo. “Una de las cosas en las que he dado un salto con el duro trabajo de invierno es la regularidad. Intento correr de manera consistente. Quizá no aguante el ritmo de los mejores, pero me exprimo para sacar lo máximo de mí”, asegura a As. Para la última semana de competición pretende asegurar su posición: “Creo que puedo realizar una buena contrarreloj este martes, se trata de otra de las cosas que más afiné en pretemporada: la postura y la aerodinámica. Después, tocará resistir en los Alpes”.

Con Miguel Ángel López, líder del Astana, en el quinto puesto (a 4:27 del rosa), el título no parece una posibilidad real: “Nos gustaría luchar por el podio (Pozzovivo, tercero, aventaja a Supermán en 1:59) y por conservar su maglia blanca hasta Roma (Carapaz se encuentra a 20 segundos). Nos volcamos para ayudarle”. A la escuadra kazaja le interesa que el vasco, su segunda baza, concluya entre los diez primeros clasificados, así que no oculta sus ganas: “Me haría muchísima ilusión acabar en el top-ten de una grande por primera vez (en la Vuelta de 2017 quedó 23º, su resultado más destacado hasta la fecha)”. ¿Y dónde reside la clave? “En los sacrificios de los entrenamientos, en centrarse y en cuidarse”.