-¿Planificó el ataque del último muro?

-Sí y no. En nuestra charla en el bus decidimos que no íbamos a perseguir la etapa, porque normalmente en un final así hay algunos muchachos más rápidos que ganarían antes que yo. Sin embargo, me favoreció que Tim Wellens y Zdenek Stybar lo intentaran desde lejos. Obviamente estaban seguros de que alcanzarían la meta. El plan no era vencer, si no buscar más ventaja. Como no llegaron, salté a por el triunfo y a ampliar diferencias.

-¿Se encuentra seguro con los 47 segundos de renta sobre Dumoulin?

-Preferiría disponer de más tiempo con Tom. Resultó durísimo aguantar por delante cuando se lanzó a por mí en persecución. Le noté mejor, más en forma para tratarse de uno de esos finales empinados con truco. Creo que incrementa su rendimiento a medida que avanza la carrera, y esas no son buenas noticias.

-¿Confía en conquistar este Giro?

-Por supuesto. Si no, no estaría aquí. Desgraciadamente, en el Mitchelton ahora no contamos con la baza de Chaves. Sin embargo, lo apostaremos todo conmigo… y buscaré corresponder a la confianza de mis compañeros.