Óscar Freire es uno de los cinco ciclistas que puede decir que ha sido tres veces campeón del mundo de ciclismo de fondo en carretera, junto con Alfredo Binda (Italia), Rik Van Steenbergen (Bélgica), Eddy Merckx (Bélgica) y Peter Sagan (Eslovaquia). Este último (el único que se encuentra en activo), además, se apuntó los tres títulos de forma consecutiva, hito que ninguno de los anteriores pudo conseguir. Precisamente sobre las posibilidades del eslovaco en Innsbruck (Austria), cede de la próxima edición de la prueba mundialista, habló Freire en Cyclingnews: "El duro perfil no lo detendrá. Le veo capaz de conquistar el póquer".

Los ciclistas tendrán que afrontar un circuito de 32 kilómetros en el que se subirán dos cotas, la primera de 8 km al 5'7% y la segunda de 2,8 al 11'4%, para luego encarar un rápido descenso que desembocará en una línea de meta con ligera tendencia ascendente. "En Portugal (2001), por ejemplo, el circuito también fue increíblemente difícil, pero todos nos lo tomamos con calma en la primera parte y, ya en la segunda, pese a que algunas selecciones quisieron endurecer la carrera, no pudieron. Se acabó en sprint y pude llevarme la victoria. Por ello es que pienso que Sagan, que se encuentra en un gran momento de forma, puede lograrlo", explica el cántabro.

Otro de los elementos a tener en cuenta para Freire es la competencia: "En Bergen, aunque había corredores muy buenos, no estaban Tom Boonen, Paolo Bettini, Johan Museeuw o Philippe Gilbert. Auténticos especialistas". Y añade: "Lo que tenemos en el ciclismo actual es una una falta de estrellas sobresalientes". Con más o menos dificultades, Sagan tendrá el próximo 30 de septiembre la posibilidad de acrecentar su leyenda y convertirse en el único ciclista con cuatro oros mundiales. De no conseguirlo, hay que recordar que tan solo tiene 27 años. Los mismos, ¡qué casualidad!, que tenía Freire cuando logró su tercero.