Al equipo Astana se le están marchando sus mejores corredores. Si en 2016 el que dijo adiós fue Vincenzo Nibali, al finalizar este 2017 ha sido Fabio Aru el que ha decidido poner fin a su relación contractual con el equipo kazajo. El primero conquistó dos Giros y un Tour; el segundo, la Vuelta de 2015. Son los responsables de los recientes éxitos del equipo y -hoy- ya no forman parte de la escuadra que dirige Alexander Vinokourov por decisión propia.

La marcha de Nibali ya queda lejos. El Tiburón -hace más de un año ya- firmó por el novedoso equipo del Bahrain-Merida para liderar su proyecto. Buena oferta económica y deportiva. La marcha de Aru es mucho más reciente. Aunque era vox pópuli, no se hizo oficial hasta el pasado 17 de octubre, coincidiendo con la presentación del Tour 2018. Una historia, la de su salida, que no ha quedado nada clara.

Hasta ahora sabíamos -y es cierto- que Astana tenía derecho de tanteo sobre cualquier oferta que le llegara al sardo. Pero no pudieron ejecutarla: le llegó una propuesta mareante del UAE y decidió cambiar de aires. Para Vinokourov, una sorpresa. "Nunca nos comentó su deseo de irse. Se le preguntó regularmente sobre su futuro, pero no recibimos respuesta", declaró el kazajo a L'Équipe el día de la presentación de la Grande Boucle. Y añadió: "Me enteré de su fichaje por la prensa, es muy decepcionante por su parte. Además, nos pone en una situación muy complicada para fichar, ya es demasiado tarde".

La realidad es que Astana -como medio mundo- sabía de la marcha de Aru a final de temporada. Su situación en el equipo era insostenible. Por ello intentaron hacerse con los servicios de Nairo Quintana, primero, y Rigoberto Urán, después. Pero sin éxito: el primero confirmó su continuidad con los telefónicos y, el segundo, tras conseguir patrocinador Cannondale, renovó por tres años. La desesperada por Mikel Landa tampoco sirvió. Calabazas una tras otra.

Pero no todo son malas noticias para el Astana. Este 2017 ha servido para conocer el nivel de Jakob Fuglsang, hasta ahora relegado a mero gregario. En el Dauphiné (general y dos etapas) demostró que puede pelear -al menos- por carreras de una semana. Pero, sobre todo, la mejor noticia para los kazajos es la confirmación de Superman López como el ciclista del futuro. El colombiano, de apenas 23 años, es la gran apuesta de Vinokourov para 2018. Y tiene una pinta tremenda. Veremos si consiguen retenerle.

Fabio Aru

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