Ya se conocen los trazados de las pruebas en ruta, de contrarreloj por equipos y contrarreloj individual de los próximos Mundiales de Ciclismo de Innsbruck 2018. La cita austriaca rompe con la línea de los Mundiales de Qatar y Bergen, con un recorrido favorable para sprinters, y se asemeja bastante al trazado de los Juegos Olímpicos de Río, cuando la subida y descenso a Vista Chinesa dio opción a los hombres que se defienden bien en muros y montaña.

La contrarreloj por equipos femenina tendrá un recorrido de 53 kilómetros con salida en Ötztal y llegada en Innsbruck con algunos repechos pero sin subidas destacadas. Algo distinto es el recorrido en la prueba por equipos masculina, de 62,1 kilómetros, en la que se incluye la exigente subida a Axams, un puerto de 4,6 kilómertos al 5,7% con rampas de hasta el 13%, que coronarán a 17 kilómetros de meta y tras el que afrontarán un rápido descenso antes de los 10 kilómetros finales. En cuanto a las contrarrelojes individuales, la crono junior femenina de 20 kilómetros y los 28,5 km de la crono masculina junior y sub-23 y élite femenino recogen un recorrido con algunos repechos, pero sin cotas duras. Algo distinto a lo que sucederá en los 54,2 kilómetros de la crono masculina, que incluye la exigente subida a Gnadenwald (4,9 kilómetros al 7,1% y rampas del 14%) que coronarán a 17 kilómetros de meta, antes de afrontar el descenso hacia Innsbruck.

En cuanto al recorrido de la prueba en ruta, la competición femenina junior tendrá un recorrido de 72,4 kilómetros, con un enlace con la mencionada subida a Gnadenwald y una vuelta al circuito final de 24 kilómetros por Innsbruck, donde destaca la subida a Igls (7,9 km al 5,7% y rampas de hasta el 10%), que coronarán a 13 de meta. Un recorrido similar tendrán la prueba junior masculina (con 2 vueltas al circuito final), el circuito élite femenino (3 vueltas al circuito) y el circuito masculino sub-23 (4 vueltas al circuito), tras completar un tramo de enlace de 90 kilómetros con la subida a Gnadenwald. La prueba élite masculina recordará por su dureza al recorrido de los Juegos Olímpicos de Río, ya que tras los 90 kilómetros de enlace iniciales con la subida a Gnadenwald, los ciclistas afrontarán 6 vueltas al circuito de Innsbruck de 24 kilómetros con la subida a Igls antes de una dura vuelta final a un circuito de 31 kilómetros que incluye la subida a Igls y el duro repecho de Gramartboden, 2,8 kilómetros al 11,5% y rampas de hasta el 25% que los ciclistas coronarán a 9 kilómetros de meta antes de afrontar un rápido descenso a la llegada, en lo que se presenta como un desafío para los escaladores para pelear por lucir el maillot arcoiris.