Chris Froome y Tom Dumoulin han cuajado una temporada fantástica, la mejor de sus carreras. El primero conquistó el doblete Tour-Vuelta, algo que no había conseguido nadie desde que se corren en ese orden. Y el segundo explotó definitivamente con su victoria en el Giro de Italia, su primer coloso. Entre ellos se reparten las tres grandes del panorama ciclista y, este miércoles, se citan en Bergen (Noruega) para poner la guinda a un 2017 inmejorable. Tras un primer envite en la crono por equipos, saldado a favor del neerlandés, llega el turno de la individual: un duelo de gigantes.

El recorrido –de 30 kilómetros- está claramente dividido en dos partes. En la parte inicial se dará una vuelta completa al circuito 'corto', de 16,1 kilómetros, y otra casi completa hasta llegar a la zona del pavés, donde se habilitará una zona mecánica para poder cambiar la cabra por una bicicleta convencional antes de subir al Mount Floyen. Y es que la crono termina en subida, una cuesta de 3,4 km verdaderamente exigente: los primeros 1.500 metros son al 9%, para bajar al 7,6% hasta el segundo kilómetro, irse por encima del 10,1% del dos al tres y concluir al 5,5%. Un final terrorífico al que la previsible lluvia añadirá dureza extra.

Una subida final que ha suscitado bastante polémica entre los ciclistas. La UCI dio permiso a los corredores para cambiar de bicicleta a pie de puerto, un tramo en el que serán ayudados a reemprender la marcha durante unos metros hasta un límite establecido. Se especula que puedan llegar a perder hasta 10 segundos en el cambio. Eso sí, la subida podrían efectuarla unos 20 segundos más rápido de este modo.

Esta noticia sintió como agua de mayo a los principales favoritos (Froome y Dumoulin) que, haciendo gala de su condición de escaladores, tendrán una ligera ventaja respecto a los grandes rodadores. Uno de los que ha alzado la voz es Tony Martin, tetracampeón mundial y ganador el pasado año en Doha, que en declaraciones a Cyclingnews mostró su descontento: "No estoy de acuerdo y no entiendo cómo han permitido que los ciclistas puedan cambiar de bicis. Ahora los escaladores tienen una ventaja extra. Si quieren hacer una contrarreloj como tal, entonces todos deberíamos llevar bicis de contrarreloj".

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Jonathan Castroviejo y Gorka Izagirre (debutante en la especialidad) serán las dos bazas españolas. El vizcaíno, flamante fichaje del Sky para la próxima temporada, ya sabe lo que es subir al podio en un Mundial (bronce en Doha 2016). "Llega en buena forma y a buen seguro luchará por subirse de nuevo al cajón", asegura Javier Mínguez, seleccionador nacional. En cuanto al cambio de bicicleta, Castroviejo sigue la misma línea que Martin: “Me desconcierta estar pensando en el cambio. En mi caso no noto gran diferencia entre una bici u otra. No cambiaré”.

Bob Jungels, Rohan Dennis, Vasil Kiryienka o Primoz Roglic completan la nómina de favoritos que intentará impedir el duelo Froome vs Dumoulin por el oro. Un elenco de lujo, el mejor –quizá- de los últimos años, que se presenta en Bergen en busca del reinado contra el crono. Una contrarreloj de altos vuelos.

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