Chris Froome aguantó el liderato de la Vuelta en una jornada donde Alberto Contador intentó reventar la carrera. El líder del Sky aseguró que se esperaba ataques en la última ascensión, donde el madrileño arrancó y dejó a muchos favoritos cortados, que luego lograron reintegrarse: "Esperaba que alguien saltara, lo de Contador ha sido impresionante y ha obligado a todos a apretar el ritmo".

El británico sabe que no puede perder al español de vista, porque "quedan dos semanas para Madrid y puede ocurrir cualquier cosa". También explicó por qué no colaboró con Contador cuando este intentó abrir hueco con los hombres importantes que iban por detrás: "Quedaban 30 km para el final y yo iba cómodo así que no sentí la necesidad de trabajar para dejar a corredores".

Y es que la subida al Puerto del Garbí se convirtió en una escabechina, por los ataques del de Pinto, pero también por la extraña caída de Van Garderen, que afectó a Betancur y provocó un corte en el grupo: "No la vi, pero oí a alguien caer. Este es un recordatorio de que aunque vayas delante, te puedes caer. Hay un factor de suerte en las grandes Vueltas. Tejay es fuerte y creo que se recuperará".