“Palo gordo” para Alberto Contador, como él mismo lo definió, en la Vuelta de su despedida. “Fue un día de sensaciones malísimas. Me notaba superflojo, las piernas no respondían hasta cuando íbamos a un ritmo relativamente tranquilo, así que decidí hablar con mi compañero Peter (Stetina) para intentar salvar el día lo mejor posible”, comentó decepcionado en meta, donde se dejó 2:33 con el ganador Nibali. Tras tres etapas, es 30º de la general a 3:10 de Chris Froome.

Para el ciclista madrileño, aún es pronto para replantearse la estrategia en lo que queda de carrera: “Lo primero es intentar recuperar para los próximos días y entender por qué me ha pasado esto”. De todas formas, el líder del Trek tampoco quiso hacer un drama. “Claro que quiero estar delante y disputar esta Vuelta, veremos qué pasa de aquí en adelante, pero también esta es la Vuelta que más relajado he afrontado en mi carrera profesional y la voy a disfrutar al máximo”.