A Jasper Stuyven le definen en Bélgica como el corredor del futuro para las pruebas de un día. Y el flamenco del Trek, de 23 años y arcoíris júnior en 2009, da motivos para el optimismo a sus compatriotas: este domingo se apuntó la Kuurne-Bruselas-Kuurne, su primera clásica, tras ganar un bello pulso a un reducido grupo de perseguidores. Stuyven, valiente y generoso en su movimiento, logró conservar una exigua renta en los 17 kilómetros finales para disfrutar con la celebración de la victoria. El belga admira a su compañero Fabian Cancellara, y venció como acostumbra el suizo: con una poderosa cabalgada en solitario. El podio lo completaron dos velocistas de pedigrí: Alexander Kristoff, segundo, y Nacer Bouhanni, tercero.

El triunfo de Stuyven, que inaugura su casillero en este 2016, engorda un palmarés al que añadió en la Vuelta a España de 2015 su primera etapa en una grande. Curiosamente, sus dos mayores éxitos llegaron después de sendos atropellos en carrera. El de Murcia con machada, ya que se impuso con el escafoides roto y a la mañana siguiente no tomó la salida. En la Vuelta, una moto de asistencia neutra tiró a Peter Sagan. En la Kuurne, otra de ayuda médica arrolló a Stig Broeckx. El belga del Lotto-Soudal fue evacuado a un hospital para valorar el alcance del tremendo golpe. Aunque en una primera exploración no se apreciaron lesiones serias, padece fracturas de clavícula y costillas. En La Drome, donde Petr Vakoc batió a Jan Bakelants, otra moto pegó un susto al cerrar al pelotón en una curva.

Stuyven, quien recientemente inauguró su tienda de chocolate en Betekom (también dispone de venta online en su web), se mostró exultante con la victoria: “Realicé un gran esfuerzo, resultó muy complicado sostener una ventaja tan pequeña frente al pelotón, pero procuré rodar en la postura más aerodinámica y darlo todo. Me siento entusiasmado por conseguir una clásica en mi país”. En la Het Nieuwsblad del sábado se cayó y, aun así, terminó en novena posición. Llevamos dos días de gran ciclismo... y la primavera no ha hecho nada más que empezar.