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CICLISMO EN PISTA

“Tuvimos que poner la carrera patas arriba para ganar el oro”

David Muntaner y Albert Torres narran cómo conquistaron el título mundial de madison. "Cuando vimos a los belgas en el podio, dijimos: 'O sobran ellos, o sobramos nosotros".

Actualizado a
Albert Torres y David Muntaner, durante un relevo de la madison de Cali.
AFP

Cuando David Muntaner y Albert Torres terminaron la madison, después de 200 vueltas y 10 sprints, pasaron media hora de “angustia” hasta que se vieron confirmados campeones del mundo. “Sabíamos que habíamos ganado, pero el marcador no se actualizó, Bélgica lo estaba celebrando delante de los fotógrafos, y nos entraron las dudas”, recuerda Muntaner. “Al ver a los belgas en el podio me dije: ‘aquí o sobramos nosotros, o sobran ellos”, añade Torres... Y sobraron ellos.

Bélgica lideraba la madison gracias a su dominio en los sprints: “Ahí no podíamos con ellos, son más rápidos y más técnicos, la única posibilidad era ganar vuelta. Le dije a Munta que había que reventar la carrera, ponerla patas arribas. Y a falta de 30 vueltas lanzamos el ataque hasta lograrlo”, explica Torres.

Muntaner, mallorquín de 30 años, y Torres, menorquín de 23, remataron en Cali “un reto” que se habían marcado un año antes, cuando conquistaron la plata en Minsk (Bielorrusia). Allí estuvieron a punto de no participar, después de que David se rompiera una clavícula y Albert sufriera un atropello. A eso se añadió que Muntaner no logró hasta última hora la financiación para viajar, gracias al patrocinio de Reciclajes Pérez.

“Le estoy muy agradecido, porque sin aquel apoyo, quizá no estaríamos aquí. Aquella plata nos cambió la vida, sin ella no hubiéramos podido entrar a disputar el circuito de los Seis Días, y quizá tampoco este Mundial de Cali”, explica Muntaner.

El oro culmina “un sueño”, pero quedan dos espinas clavadas. Una, que la madison haya salido del programa olímpico tras Pekín 2008: “Tendríamos una gran beca y aspiraciones de un oro en los Juegos”. Y dos, fichar por un equipo profesional español de ruta, porque David milita en el ActiveJet (Polonia) y Albert en el Ecuador, ambos continentales: “En España se valora menos a los pistards que en otros países”.