El ciclista español Alberto Contador, sancionado hasta el próximo mes de agosto por dopaje, volvió a subir este miércoles el Tourmalet, la etapa entre Pau y la prestigiosa cima del Tour de Francia que ya coronó en 2010, edición en la que también se ascendieron el Marie Blanque y el Soulor. Contador realizó la etapa en solitario como parte de una campaña de publicidad y al llegar a la meta se encontró con un numeroso grupo de aficionados que le esperaban para aplaudirle. "Ha sido un día duro y muy largo porque al final hemos salido un poco tarde y hacer una etapa como esta en solitario se hace bastante larga", dijo.

Además, el campeón de las tres ''grandes'' destacó que durante las más de seis horas de pedaleo tuvo "muy buenos recuerdos" cuando pasaba por cada lugar. "Me ha gustado mucho la experiencia y además hemos tenido suerte con el tiempo", añadió. "Recordé los ataques que nos hicimos en el Tourmalet con Andy Schleck", dijo el pinteño, que se sintió "muy cómodo" a lo largo de toda la jornada. "Sabía que tenía que regular porque son unos puertos muy exigentes. Sólo llevo dos semanas desde que he empezado la preparación para la Vuelta a España", apuntó.

"Pero soy un corredor que no pierde mucho la forma y aunque han salido 4.600 metros de desnivel, he podido ir bastante bien", finalizó Contador que reconoció la dureza del Tourmalet. "Es el más difícil por ser el último y por su kilometraje, pero es en el que más se disfruta, aunque el Marie Blanque también se deja notar".