Ventoso: "Creí que Petacchi me pasaba, pero aguanté"

GIRO

Ventoso: "Creí que Petacchi me pasaba, pero aguanté"

"En el último kilómetro sabía que sufriría hasta el final, incluso pensé en desistir porque creí que Petacchi me iba a sobrepasar, pero aguanté", dijo.

El español Francisco Ventoso (Movistar) se mostró "súper emocionado" tras celebrar brazos en alto la victoria en la sexta etapa del Giro de Italia, en la que se impuso "en una jornada que tenía anotada" al mejor esprinter del momento, el italiano Alessandro Petacchi.

"Había señalado esta etapa, con un esprint largo y en ligera subida que se adaptaba a mis condiciones. En el último kilómetro sabía que sufriría hasta el final, incluso pensé en desistir porque creí que Petacchi me iba a sobrepasar, pero aguanté y vi que Petacchi cedía. Si no hubiera atacado, al final Di Luca hubiera sido más difícil que ganara", comentó el ciclista cántabro.

Ventoso, que obtuvo la quinta victoria de la temporada, explicó que el esprint también se produjo conforme a sus intereses. "A mi me favorecen las llegadas con ligera subida, que impida que un equipo imponga su "treno", que sea descontrolado y reducido. Sabía que era una buena oportunidad y la he aprovechado", dijo.

Vicioso, que debutó en profesionales en 2004 con la camiseta del Saunier Duval, donde el cántabro, con 21 años, tenía entonces mucha presión en carreras como el Tour y el Giro. "Era demasiado joven y tenía una enorme responsabilidad porque me pedían ganar etapas. En el ciclismo, y a esas edades, hay que ir poco a poco", recuerda.

Luego pasó una temporada en el equipo italiano del Carmiooro (2008-2009) tras no ser renovado por su anterior equipo a causa de un control antidopaje positivo. Este año dio el salto al nuevo Movistar de Eusebio Unzue, un equipo donde puede "trabajar tranquilo, sin presión", en el que lleva ya cinco triunfos en la temporada. "No esperaba un año tan bueno", señaló.

Ya no es aquel corredor "inmaduro" del Saunier Duval, el equipo de su tierra que le dio la oportunidad de ser profesional. Ahora se pelea con los grandes del esprint y a veces levanta los brazos en señal de victoria, como hoy en Fiuggi.