En la Vuelta de 2010, las metas de Málaga (en el Castillo de Gibralfaro), Valdepeñas de Jaén y Toledo acogieron gran cantidad de espectadores en las cunetas, y supusieron tres de los días más emocionantes de la carrera por las trampas dispuestas en los últimos kilómetros. Un estilo similar al que se aplica en el Giro de Italia, donde proliferan los circuitos y los repechos en pequeñas localidades.

Para este 2011, Unipublic va a mantener la llegada de Valdepeñas de Jaén, el tremendo muro que alcanzaba porcentajes del 27% en el que se impuso Igor Antón. Además del rampón de San Lorenzo de El Escorial, los organizadores incluirán otro final con miga en Playas de Orihuela, con una subidita que rondará desniveles próximos al 6%. La Vuelta sigue apostando por la innovación y los recorridos atractivos.